El Sporting logró defender el liderato. Fue con una muy sufrida victoria por 2-1 frente a un muy buen Reus Deportiu que compitió de forma excelsa en El Molinón-Enrique Castro «Quini». Obligó al líder a sudar de lo lindo y a emplearse hasta la extenuación para alcanzar los 61 puntos que le permiten comandar la tabla. A continuación desgranamos las principales claves del partido y de la victoria gijonesa.
La pegada rojiblanca
Lo dijo Aritz López Garai tras el encuentro. Una primera parte en la que el Sporting estuvo mejor y una segunda en la que el Reus fue muy superior. El Sporting aprovechó su momentum para hacer dos goles. El Reus, a pesar de tener muchas oportunidades, solo logró uno. Cuestión de pegada por potencial ofensivo. Pero también de dinámicas. Se refirió el preparador vasco del cuadro roig negre al lanzamiento al larguero -en el que también interviene Mariño– al minuto cinco que pudo cambiar el partido. Después solo pudo lamentarse como con sus dos únicos tiros entre palos el Sporting logró sus dos goles.
Conexión Calavera-Carmona
La banda derecha del Sporting está demostrando ser una de las más determinantes de la categoría. El Sporting tiene unos flancos de auténtico lujo. Jony es una amenaza por la izquierda incluso en días grises como hoy. Pero por la derecha la conexión entre Carmona y Jordi Calavera ya se la ha dado muchos réditos al Sporting. Hoy nuevamente ambos se fabricaron un gol en una jugada que parecía se iría por la línea de fondo. La pillería de Nano Mesa en el primer palo hizo el resto para superar a Edgar Badía que ni se esperaba el remate.
Mientras le aguantó la gasolina, Nano hizo olvidar a Santos
No era una papeleta fácil la que tenía el delantero canario hoy. Nano Mesa estrenaba titularidad como local y tenía que hacerlo sustituyendo al máximo goleador: Michael Santos. Despachó una primera parte absolutamente sensacional. Fuerte en la presión y la disputa, puso en apuros constantes a la defensa del Reus. Además un delantero vive del gol y Nano tuvo la fortuna y la pillería de lograr el 1-0 en una jugada que parecía no entrañaría peligro. En el segundo tiempo acabó agotado y terminó siendo sustituido con ovación por parte del público por su entrega.
López Garai acierta tras el descanso
Con 2-0 al descanso, el Reus tenía que cambiar si quería optar a llevarse algo de Gijón. Lo hizo en todos los sentidos. Tanto de hombres como en el sentido táctico. López Garai sacudió los recursos con los que podía hacer daño al Sporting y lo logró. Dio entrada a Carbonell en el medio del campo por un desaparecido Guzzo, que hizo que el cuadro ganxet tuviese más control de la parcela central. Pero lo que de verdad dotó al Reus de un mayor dominio fue la nueva posición de Gus Ledes. El mediocentro portugués retrasó su posición, haciendo casi como un tercer central.
Se ocupó por completo de dar salida al Reus con constantes diagonales a las bandas o a los delanteros. Ahí esperaban siempre como mínimo cinco jugadores del cuadro catalán en una demostración de que López Garai quería ir a por el partido. Además el gol de Olmo a los cinco minutos de la reanudación reforzó mucho más si cabe la apuesta del vasco. Aunque no logró puntuar, el Reus abofeteó durante muchos minutos de forma contundente al líder de la Liga 1|2|3
El Sporting sufrió demasiado en el juego aéreo
El Sporting pasó un auténtico suplicio en el juego áereo. El Reus mostró que es un equipo muy potente en esa faceta. Especialmente con Lekic y con sus centrales que se incorporaban en todas las jugadas a balón parado. Ello unido a un maestro ejecutor de todas las acciones a balón parado como Gus Ledes, que ponía siempre unos balones de complejidad máxima para la defensa. Rubén Baraja preservó a Álex Pérez en este partido por las cuatro amarillas que tenía y no perderle para Valladolid, donde no podrá contar con Guitián. El madrileño, con sus defectos, es el mejor hombre del Sporting en el juego aéreo y hoy el cuadro rojiblanco lo echó de menos para defender esas acciones.
Cambios tardíos de Rubén Baraja
El segundo tiempo avanzaba con un Reus con las ideas mucho más claras que el Sporting. Además el cuadro rojiblanco pedía a gritos savia nueva en el campo. Rubén Baraja tardó mucho en mover el banquillo, aunque lo hizo bastante bien. Dio entrada a Nacho Méndez y a Pablo Pérez que mejoraron levemente el equipo. El mediocentro luanquín intentó dotar al Sporting de esa pausa que un cansado Hernán Santana ya no podía hacer.
Pero el cambio más importante fue el del espigado mediapunta. El Sporting tenía que alejar el balón de su área y dada la alta presión del Reus era muy difícil hacerlo por abajo, por lo que optó con balones largos. Pablo Pérez fue una ayuda muy importante para que el Sporting rebajase la presión del Reus sobre la portería de Mariño.
Fotos: www.realsporting.com