Conforme van pasando los partidos, Alfonso Herrero sigue demostrando el acierto de Juan Antonio Anquela al apostar por él. Sin ir más lejos, el pasado domingo, en Lugo, el meta evitó un gol cantado que hubiese impedido la victoria de los suyos. Por ello, desde aquel choque ante el Numancia en el Tartiere, el toledano se ha hecho uno de los fijos para el cuerpo técnico y la parroquia oviedista. Casi una vuelta después, ya nadie se imagina un Oviedo sin Alfonso bajo palos.
Y ayer, tras el entrenamiento, fue el elegido para salir a la palestra y analizar la actualidad del club. Un día a día que pasa por la importante victoria cosechada ante el Lugo. Sobre la misma, el meta destacó que «éramos conscientes de la importancia del partido. La victoria es fundamental, por lo apretadas que están ahora mismo las cosas, y también para la confianza porque veníamos de partidos en los que merecíamos algo más de lo que habíamos sacado. Volver a ganar en un campo difícil es algo que te da mucha motivación para seguir y para los próximos partidos».
El portero también fue preguntado por el cambio de sistema. La primera reflexión fue clara: «El míster lo decidió así y creo que nos funcionó bien». Y motivos no le faltan para decir esto. Desde que se ganase a la Cultural en el último partido de diciembre del año pasado, el Oviedo no vencía dejando la puerta a cero. Un aspecto muy positivo que Alfonso explica, con el cambio de sistema, de la siguiente forma: «Fuimos igual de consistentes, duros en defensa. El equipo trabaja para eso, para tener diferentes tipos de juego y sistemas, poder crear el máximo peligro y encajar los menos goles posibles». Además, el meta reconoció que «hay cosas en las que sí cambia, pero hay que adaptarse y jugar de todas las maneras. Si el míster cree que es lo mejor, vamos a intentar hacerlo igual de bien con cinco o con cuatro».
También hubo preguntas destinadas a su magistral intervención. Sobre la misma, el meta indicó que «todo lo que sea ayudar al equipo siempre está bien, seguir trabajando para ello. Yo en esa jugada estaba medio metro por delante del palo, porque me esperaba el tiro del jugador que llega y da el pase. Tuve la suerte de que a Fede se le quedó el balón un poco atrás y también un poco de intuición, tuve la suerte de poder pararla».
Y ahora, Alfonso es consciente de la importancia del Carlos Tartiere en este tramo final. Cinco de los ocho encuentros de los azules son en casa. Los dos primeros, en los próximos quince días. «Tenemos muchas ganas de demostrarle a nuestra gente que juntos, en el Tartiere, somos muy fuertes. El partido ante el Alcorcón fue un mazazo, el fútbol no fue justo con nosotros, y ahora esperamos que estando arropados con nuestra gente, trabajando como siempre lo hacemos, sacar los tres puntos», comentó. Y lo más inmediato es el Nástic. un equipo que el meta cataloga como «uno de los mejores visitantes, un buen equipo aunque la tabla no lo refleje del todo. Hay que preparar la semana a tope», concluyó.
Jornada de descanso
La primera plantilla del Real Oviedo ha disfrutado hoy de su jornada de descanso semanal. Recordemos que los azules se ejercitaron ayer en las instalaciones deportivas de El Requexón tras el triunfo en Lugo. Una sesión menos exigente para los que disputaron minutos en el Anxo Carro. Mañana, a eso de las 10:30 horas, el equipo volverá a los entrenamientos. Será entonces cuando los de Juan Antonio Anquela inicien su preparación de cara al choque ante el Nástic.