La experiencia red condena a la ambición skyblue

Hoy los aficionados skyblue acudíán al Etihad Stadium pensando en una noche memorable. Y es que su equipo había caído 3-0 en el encuentro de ida, pero los ánimos de la afición mancuniana seguían en todo lo alto, confiando en la remontada.

Los locales venían de sufrir un claro revés el pasado sábado, donde además de perder la oportunidad de llegar a este encuentro como campeón de la Premier League, lo hicieron ante su rival, en casa, en el derbi de Manchester. Los de Guardiola se marcharon al descanso ganando 2-0 tras una gran primera parte, pero los Red Devils remontaron con dos goles de Pogba y uno de Smalling en el segundo tiempo. Mientras tanto, el Liverpool, llegaba al encuentro tras empatar a nada el Merseyside Derby contra el Everton. Los reds marchan terceros en su liga, con Salah como máximo exponente. El equipo del pichichi de la Premier se enfrentaba al equipo con los tres mejores asistentes de esa competición.

Condicionado por el resultado de la ida, Guardiola hacía uno de los planteamientos más agresivos de su carrera. Seis futbolistas destinados únicamente a atacar, con Fernandinho haciendo de bisagra en el mediocampo para proteger el costado derecho ante las subidas de Walker. Klopp disponía su clásico 4-3-3.

El marcador se movió muy pronto, y es que en el minuto 2 una recuperación en campo contrario de los locales propició un centro raso de Sterling que fue rematado a placer por Gabriel Jesús. Empezó un intercambio de golpes que no convenía al City, y esos mismos le dieron pausa a la pelota y el partido. Los pupilos del técnico catalán progresaban gracias a los envíos largos de sus centrocampistas, que cambiaban la orientación del juego con una facilidad pasmosa. Estos pases largos servían para girar el eje red, que sufría en las basculaciones. Estuvo especialmente bien en esta faceta Bernardo Silva, que se fue activando a medida que el encuentro avanzaba. Incisivo por el perfil diestro, no dio un respiro a Robertson y buscó el centro y el remate varias veces, en una de ellas encontrando el palo.

Tras el descanso, el Manchester City se lanzó al ataque. El espacio a la espalda de sus centrocampistas fue atacado por el Liverpool, que empezó a transitar con muchísima facilidad. En una de estas transiciones, Mané se plantó ante el portero. Ederson se lanzó a por la pelota pero no consiguió atraparla, con el senegalés en el suelo, Salah recogió el rechace y puso el 1-1 para sentenciar la eliminatoria. El City cambió piezas pero no consiguió crear peligro. Unicamente apoyados en de Bruyne, los locales concedieron el segundo gol en una contra de Firmino.

El Manchester City sufrió la cuarta derrota de la temporada, curiosamente, tres de ellas han sido contra el Liverpool, que el viernes estará por primera vez desde 2008 en el sorteo de semifinales.

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