Después de tres carreras… ¿Cómo están en Mercedes?
Después de tres carreras y cero victorias la situación de Mercedes puede no ser tan delicada como parece.
Pasadas las tres primeras carreras de la temporada y tras visitar circuitos tan diferentes como Albert Park, Sakhir y Shanghai, ya podemos empezar a hablar sobre cuál es el estado de forma de los diferentes equipos que componen la parrilla. Obviamente, uno de los que más dudas arroja es Mercedes. Los germanos se han mostrado superiores a los Ferrari y Red Bull en múltiples ocasiones, pero en muchas otras han sucumbido al potencial de los italianos.
Los de Brackley llegaban a 2018 como los dominadores de la era híbrida desde su comienzo en 2014. Pero la sorpresa llega cuando nos encontramos que tras tres carreras aún no han conseguido una sola victoria. Esto supone el peor comienzo de Mercedes desde 2013, y más si tenemos en cuenta que tanto Ferrari como Red Bull han saboreado el champán desde lo más alto del podio.
El año pasado, tras el desafío que les planteó una Ferrari en ascenso, Toto Wolff afirmó que su coche era una «diva». Con esto, el austriaco se refería a que tenía un gran potecial pero en determinados momentos era difícil sacárselo. La semana pasada en China, donde los Ferrari se mostraron claramente superiores en clasificación, Wolff se refirió al W09 como «una mujer caprichosa».
Y lo cierto es que el monoplaza de Brackley no muestra un concepto revolucionario ni mucho menos. Se puede considerar que el W09 es un W08 que ha sido mejorado en todos los ámbitos. Quizá lo más novedoso sea una suspensión delantera que ha recibido unos cuantos retoques. En Mercedes han intentado hacer que la suspensión trabaje mejor con la aerodinámica, que era uno de los puntos débiles de la «diva» del año pasado.
Quizá podríamos cuestionar la decisión por parte de los germanos de mantener una distancia entre ejes mayor que la de sus rivales y de no aplicar el concepto de alto rake que tan bien está funcionando en Ferrari y Red Bull. En circuitos como Shanghai donde la ventana de operación de los neumáticos es tan pequeña, tener un coche con alto rake es una gran ayuda. El año pasado ya se vió como equipos como Red Bull lograban con este método una mejor gestión de los neumáticos haciéndolos estar en la temperatura óptima.
En China los vimos sufrir de nuevo, así que podemos considerar el rake como una asignatura pendiente para Mercedes. Es por ello que no podemos basarnos en el rendimiento mostrado por los alemanes en los test de Barcelona o en la carrera de Australia, donde podrían haber ganado si no hubiese salido el safety car, como una prueba real del potencial del W09.
Después de todo, mis sensaciones son que lo que le falla a Mercedes sigue siendo ese trabajo conjunto entre suspensiones y aerodinámica y la no aplicación del concepto Red Bull en cuanto a rake. Después de todo si hubiesen aplicado estos dos conceptos de manera exitosa podríamos haber visto un comienzo de temporada muy distinto. Pero claro, cuando tienes un concepto que funciona durante cuatro años ¿Por qué cambiarlo?
Pero no nos engañemos, Mercedes no está lejos ni su periodo de dominación ha llegado a su fin. Lewis Hamilton está a solo nueve puntos de Sebastian Vettel en el campeonato de pilotos, mientras que los de Brackley son líderes en constructores con Ferrari a un solo punto de ellos. La primera victoria no tardará en llegar y seguramente no vendrá sola. ¿Quién sabe si no ocurre en Bakú?
Fotos vía: Autosport
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