Los Jazz dan la sorpresa y se hacen con el factor cancha de los Rockets

Excelente encuentro el que se puso presenciar en el Toyota Center de Houston. A esta altura de competición ya no hay rival fácil, y buena cuenta de ello pudieron dar los Rockets anoche. Los de D’Antoni llegaban con la ventaja de verse ganadores del primer partido, así como por su condición de local, pero ni mucho menos los Jazz les iban a entregar el segundo punto de la serie tan fácilmente.

Con la baja de Ricky Rubio, que fue sustituido por O’Neale, fue Mitchell quien dio un paso al frente en la dirección del juego de los de Snyder, algo que se notó en su juego y en sus números, sin duda. De las 11 asistencias con las que terminó el joven Rookie, 5 fueron en este primer cuarto. Junto a él un Ingles desatado, impecable en el tiro exterior y que en los doce primeros minutos ya llevaba 11 puntos, incluidos tres triples.

Por Houston eran Harden y Capela quienes más tiraban del carro. Más que interesante fue el duelo del segundo con Gobert en la pintura, anotándose un doble-doble de 21 puntos y 11 rebotes por 15+14 del francés. Muy importante resultó la segunda unidad, pues fue en el turno de rotaciones cuando los Jazz definitivamente anunciaron su candidatura a llevarse el encuentro. Crowder  (15+10), con un triplazo, puso el +10 en el marcador, máxima de este primer periodo. Una diferencia poco vista en Houston a esas alturas de partido. Un par de buenas acciones de Chris Paul (23) acercaron algo a los locales.

Otro que pareció querer sumarse al fiestón fue Burks, que cuajó un partido sensacional, añadiendo 17 puntos. También Favors, que tuvo momentos muy interesantes en ambos lados de la cancha, pero especialmente en el apartado defensivo, y que fue otro de los de Salt Lake City que aportó dobles dígitos en anotación (10). En este apartado fueron nada más y nada menos que seis de los nueve jugadores que disputaron minutos los que consiguieron esta marca.

Muy feo se puso el partido para Houston, que vio como los visitantes se fueron hasta de 19 puntos en un momento dado. Fue cuando Harden empezó a enseñar las uñas, de nuevo acompañado de su infatigable Capela. Coincidieron los mejores minutos de los Rockets con la reacción de su estrella y con la tercera falta personal de Mitchell que obligaba al escolta a guardarse en el banquillo con más de 4 minutos aún por jugarse hasta el descanso.

Fue Gobert quien pareció tomar el mando de la maquinaria Jazz, beneficiado por el también problema con las faltas de Capela. Eso no impidió que la Barba apretase el acelerador y, ayudado de sus 23 puntos, permitiese llevar a su equipo al descanso a tan solo 9 puntos de su rival (64-55).

Si bueno fue el final de la primera mitad para los de Houston, mejor fue incluso el inicio de la segunda. En poco más de tres minutos disputados el partido ya se encontraba empatado. Un comienzo arrollador que pronto se transformaría en las primeras ventajas para los de rojo desde la mínima que tuvieron al comienzo del primer cuarto. Sin duda este es un equipo que con muy poquito te puede hacer un daño enorme. A partir de aquí la situación pasó a ser de un continuo intercambio de golpes, en el que, en cierto modo, poco a poco los de Texas iban encontrando su camino. Sólo el preventivo descaso de Harden por acumulación de faltas aflojó algo a los de D’Antoni.

Sin duda el último cuarto se presentaba de lo más movido. Con una ventaja mínima para Jazz (86-85). El inicio siguió la tendencia de lo que vinieron a ser los doce minutos precedentes: máxima igualdad. Fueron los de Utah quienes rompieron con la monotonía e, impulsados por Mitchell e Ingles, lograron una renta que resultó ser casi definitiva para los Rockets (+12) a falta de 4:25 para el final.

Por todos los medios lo intentaron los Campeones del Oeste, especialmente con su mejor arma, el triple, pero de poco o nada servían los cañonazos. PJ Tucker personificó los últimos minutos al encuentro en general de su equipo. Aunque voluntarioso, lo cierto es que los tiros no le entraban por más empeño que ponía. Al final victoria para el conjunto entrenado por un Snyder que puede irse contento a casa, pues la serie se marcha a Utah y con 1-1 en el casillero.