La derrota por 2-4 ante el SD Huesca dejó muchas lecturas para el cuerpo técnico del Córdoba CF. Sandoval ya dio algunas claves en la rueda de prensa centrándose en sus laterales, aunque también mencionó brevemente a José Antonio Reyes, quien pudo ser precisamente la causa de la reacción cordobesista, aunque ésta no fuera suficiente.
Vuelta al banquillo y ser la revolución
Desde la visita blanquiverde al Nou Estadi de Tarragona, Reyes había sido un fijo en el once titular de Sandoval. Pasado ya su periplo físico y habiéndose adaptado al equipo y la categoría, el utrerano se hizo hueco en el once faltando solo cuando cayó lesionado ante el Lorca FC. Pero tras dos partidos nuevamente titular, el técnico decidió dejarlo en el banquillo y fue su carta elegida a la hora de revolucionar un partido que iban perdiendo por dos goles.
La presencia del ‘9’ cordobesista se notó de inmediato, quien empezó por la banda derecha de Jovanovic, pero terminó ocupándose de llegar, junto a Aguado, por cualquier parte del terreno de juego a sus compañeros. Pases que llegaban de una banda a la otra, conseguía abrir la defensa y daba buenos pases interiores, y su gol desde el punto de penalti fueron una muestra de todo el juego que supo aportar a su equipo.
Los problemas defensivos atrás, que terminaron con el 2-4 en el marcador, tal vez eclipsaron demasiado todo el trabajo que realizó Reyes pero fue de real importancia su ingreso en el partido. Una estrategia que puede servir de cara al futuro, dejando a un jugador de tanta calidad para la segunda mitad, con un rival ya cansado y que pueda sufrir la calidad y la clase que atesora el veterano blanquiverde.