Por fín llegó el día. Con la victoria por la mínima ante Arenteiro, el Compos es campeón del Grupo I de la Tercera División. Un liderato que lo acerca un paso más a la categoría de bronce. Su lucha cuerpo a cuerpo con el Bergantiños hasta el final se saldaba finalmente con el un primer puesto luchado, trabajado y con 86 puntos en el contador.
Así fue la victoria y posterior celebración:
Como primero de grupo vivirá una eliminatoria a doble partido ante otro líder, de vencer ya sería equipo de Segunda B. En caso de no conseguir el triunfo, tendría una segunda oportunidad disputando otras dos eliminatorias. Una doble oportunidad que no puede desaprovechar el conjunto compostelano que debe regresar a una categoría de bronce que perdió el 1 de mayo de 2016.
Una temporada aquella en la que se había configurado un equipo para pelear por el ascenso que lo devolviese al fútbol profesional y que, sin embargo, fue un despropósito. Una temporada para el olvido en la que el descenso parecía cantado y se produjo aquel domigo en Santander, donde el cuadro de la capital gallega cayó derrotado por 1-0. A falta de dos jornadas para el final, el cuadro dirigido por aquel entonces por Fredi Álvarez quedaba a siete puntos del puesto de promoción.
Uhna campaña que había sido iniciada con Iñaki Alonso y que, como decíamos, tenía como objetivo estar cera de los puestos de playoff de ascenso tras la sexta plaza del curso pasado, el rumbo se torció desde el principio y el Compostela nunca fue capaz de enderezarlo para escapar del descenso. La llegada de Fredi en enero y de algunos fichajes como Bicho, Manu Rodríguez o Guillem Martí pareció dar un soplo de aire fresco, pero la reacción no fue suficiente para encadenar la racha de victorias que se necesitaba.
Ahora toca pensar en disfrutar del último perdido y esperar al sorteo del lunes 14 esperando tener suerte con el emparejamiento y el orden de campos y luchar por un merecido ascenso que devuelva al Compos a la categoría de bronce, de la que nunca debió descensder.