En la rueda de prensa de este jueves en Lezama ofrecida por Urrutia y Ziganda anunciando su despedida, el míster fue preguntado por la actitud y rendimiento de la plantilla.
En ese sentido se le ha preguntado por la presunta cama de su vestuario, algo que siempre queda en el runrun popular en estos casos. «Quiero coger un poco de aire y respirar, para analizar todo con más tranquilidad. La sensación que tengo es que siempre hemos ido a contrareloj en esta temporada, con urgencias, con prisas y sin anclar nada sólido, por ahí van los tiros de lo que ha ocurrido. Es es mi primera lectura. Hemos sido muy cortoplacistas desde agosto sin saber o poder anclar algo más sólido», refería.
«Sí hay confianza en lo que propones, pero si ves que las cosas no salen no es que no quieran hacerlo, sino que no hay unas bases bien ancladas,… eso no significa que no lo hayan querido hacer o que estén en tu contra, no tiene nada que ver. No se ha dado el momento bueno, o no se ha ajustado el juego, la confianza, y esas circunstancias no son una excusa, pero no ha llegado en ningún momento», lamentaba.
«Sabía lo que hay, muchos partidos, previas, urgencias,… no hemos sabido fortalecer un estilo, un proyecto, un juego, luego llegan las lesiones, todo… cosas que no han ayudado a pararte y poder pensar, pero no tengo dudas, se ve que el equipo volverá a repuntar tras un año de transición», anunciaba en su adiós.