Las finales de Conferencia Este ya están aquí. Y en ella están los esperados, los dos equipos que entraban en todas las quinielas, los favoritos a principios de temporada. Boston Celtics y Cleveland Cavaliers han llegado al último escalón en su conferencia sin superar no pocos problemas durante la larga travesía de la temporada. Aunque, tras las semifinales, parece que llegan en plena forma.
Los Boston Celtics de Brad Stevens son los bien denominados “Orgullosos Verdes”. Tras el tremendo golpe que supuso perder para toda la temporada a uno de sus dos fichajes estrella, Gordon Hayward, los Celtics han realizado una buena “Regular Season” en la que solamente se vieron superados por los sorprendentes Toronto Raptors. Stevens ha sabido sacar lo mejor de un equipo en el que, durante todo el año, ha destacado especialmente su otro gran fichaje: Kyrie Irving. Pero esta parece ser la campaña de los retos para el equipo de Massachussets y Kyrie también caía lesionado y se despedía de su primera temporada como “verde” sin poder jugar PlayOffs. Otro de los jugadores más destacados ha sido Jason Tatum, el novato elegido por los Celtics en 3ª posición en el último draft y que ha sido una de las grandes revelaciones del curso. Su desempeño en estos PlayOffs está siendo espectacular siendo el máximo anotador del equipo con 18´8 puntos de media en un equipo en el que hasta 6 jugadores promedian más de 1 puntos.
Y es que las lesiones han sido un factor bastante habitual en los Celtics. Jugadores como Marcus Smart, Terry Rozier, Jaylen Brown o Al Horford llegaron con problemas físicos al final de la temporada regular y sembraban las dudas en el equipo de cara a los PlayOffs. Esas dudas se vieron reflejadas en la primera ronda frente a los correosos Milwaukee Bucks donde los Celtics se clasificaron en 7 partidos, saldándose los 7 partidos con victorias locales.
Las semifinales de conferencia supusieron un bálsamo para los Celtics con un 4-1 frente a los Philadelphia 76ers. El equipo recuperó a varios jugadores tocados y se plantaba en esta final con menos problemas de los previstos a priori. Ahora buscarán su vigésimo segundo título de conferencia.
Pero eso será con permiso de Cleveland Cavaliers y de Lebron James. El equipo de Ohio no ha tenido una temporada regular especialmente brillante. Y es que un equipo con el potencial que se le presupone y con la calidad de los jugadores de los que dispone en su plantilla aspira a algo más que a ser 4º en la Conferencia Este.
Pero el discutido Tyronn Lue no ha podido o sabido sacar provecho a esta plantilla diseñada para mucho más. A principios de temporada, los Cavs habían prescindido de un Kyrie Irving que tenía otras aspiraciones y viajaba a Boston. A cambio, a Cleveland llegaban Jae Crowder y el lesionado Isaiah Thomas. Además, Dwane Wade firmaba un año tras dejar los Bulls para volver a jugar con su amigo Lebron. También llegaron las incógnitas de José Manuel Calderón y Derrick Rose. Muchas piezas para un engranaje que seguía dependiendo del motor de “King” James.
El equipo no arrancaba como se esperaba y las primeras semanas de competición daban con unos Cavs fuera de los 8 primeros puestos. Aunque la dinámica fue cambiando poco a poco y se fueron escalando posiciones, el debut de Isaiah Thomas tras su lesión no tuvo la repercusión esperada en el juego y el equipo hizo un inesperado movimiento tras el fin de semana del All Star.
Jugadores como Dwane Wade, Channing Frye, Derrick Rose, Iman Shumpert, Isaiah Thomas o Jae Crowder fueron traspasados por otros jugadores y alguna ronda de futuros drafts. Llegaron Jordan Clarkson, Larry Nance Jr., Rodney Hood y George Hill para dar nuevo aire al equipo buscando mejores opciones defensivas. El equipo lo notó en varios partidos aunque no se terminó de conseguir el resultado esperado y el equipo terminó en 4ª posición con 2 victorias más que sus primeros rivales de PlayOffs, los Indiana Pacers.
Llegaron las eliminatorias y ahí apareció el de siempre: Lebron James. Pese a los problemas frente a los de Indianápolis, Lebron se vistió de rey y tiró de su equipo para clasificar a los Cavs en 7 partidos. Después llegarían los primeros clasificados del Este, los Toronto Raptors y ahí podría ser otra historia, y sin duda que lo fue. Un inapelable 0-4 para los Cavs barría a los Raptors con un Lebron de otro planeta, promediando 34 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias en los 4 partidos, más de lo que sumaron en global Kyle Lowry y DeMar DeRozan, las estrellas de los Raptors. Por si alguien lo dudaba, Lebron vale por dos.
Con un balance de 2-1 en Regular Season para los Cavaliers, el equipo de Lebron parte con ligera ventaja precisamente por eso, el factor Lebron James. Y es que el capitán juega y hace jugar. Está en “modo PlayOffs” y la parroquia de Cleveland lo sabe. La sombra del 4-1 para Cleveland del año pasado está muy presente para los Celtics y eso, Brad Stevens también lo sabe. El genial técnido de los Celtics saca lo mejor de sus hombres y eso es lo que debe explotar Boston.
Nos quedaremos sin el duelo Lebron-Irving en la final del Este, pero la eliminatoria promete ser apasionante. El primer episodio, domingo 13 en el TD Garden de Boston, el segundo en el mismo escenario 2 días después, antes de que la serie viaje a Cleveland para jugarse los dos en el Quicken Loans Arena. La ventaja de cancha es de los Celtics pero con una final de este calibre el favorito nunca está claro.
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