Un punto más cerca de la salvación
La Cultural empata con el Lugo y se complica un poco la salvación, sin embargo, Rubén ve el vaso medio lleno y está convencido de que se gana en Tarragona y se consigue el objetivo
La Cultural finalmente empató con el Lugo a un gol; no obstante, a pesar de que el empate sabe muy amargo, Rubén en Rueda de prensa veía el vaso medio lleno: «nos vamos a salvar, éso lo tengo clarísimo […] vamos a ganar el sábado en Tarragona, […] y tenemos absolutamente todo de cara para hacerlo».
Habiendo escuchado las palabras de Rubén, parece que a uno se le pasa un poco el cabreo con el que salió el domingo del Reino y se le pega un poco de su optimismo.
La Cultural realizó un magnífico primer tiempo, a la altura del que se hizo contra el Tenerife; es cierto, que en los primeros 10-15 minutos el Lugo fue mejor, con más intensidad, con más ganas de jugar que nosotros; pero llegó un momento en el que la cosa cambió, y ése fue un disparo de Antonio Martínez -otra vez sensacional- que envió Roberto a córner.
A partir de ahí, no sólo se detuvo la sangría sino que Ortiz y Marcos se hicieron dueños y señores del manejo de balón; Ángel y Antonio hacían auténticos estragos en la defensa lucense, de hecho la mayoría de los ataques iban por ahí, hasta el gol vino precedido de una falta provocada por Antonio; David e Iván gobernaban en su área y eran verdaderas sombras de los delantero que apenas podían girarse cuando les llegaba el balón; y Señé, aunque ha tenido partidos mejores, fue un dolor de cabeza para la defensa -de hecho si el árbitro no quisiera perjudicar, habría pitado una falta de Azeez al catalán, al que estuvo agarrando desde el medio campo, y evitó un claro uno contra uno con Roberto-.
El que perdona, lo paga
Como dice el refrán, el que perdona lo paga. Y ésto le paso a la Cultu, que tuvo hasta seis o siete ocasiones de hacer gol, con uno cero en el marcador. Tres minutos después del 1-0, Rodri cae en el área, de una forma parecida a como lo hacía Iriome en el 81′, pero claro, como era a favor de los leoneses, no se podía pitar.
Poco después, un nuevo ataque meditado, largo, con mucho ataque, y por la izquierda, le llega el balón a Señé, que controla, avanza con la bola y dispara sin pensarlo, pero el meta estaba atento y manda el balón a saque de esquina; en ese saque de esquina, Iván tendría el segundo, pero su testarazo se va fuera.
Pero no se quedarían ahí las ocasiones, y de nuevo Ángel la pondría para que Señé, libre de marca rematase a la manos del meta, otra vez. Pero el catalán no paraba quieto, y realizó un eslalon que le dejaba solo ante Roberto, pero José Carlos estuvo listo para tirarse al suelo y evitarlo.
Y por último, Ángel recupera la pelota, avanza hasta medio campo y envía un pase muy bueno a Buendía que encara el portero y chuta desviado. En ese momento dije: «el Lugo nos acaba empatando, ya verás», y efectivamente, el Lugo nos dejaría con la miel en los labios; sin embargo, ésta es la línea a seguir.
Ganar al Nástic, no hay otra
Este sábado volvemos a la comunidad de Cataluña, esta vez a la provincia de Tarragona, y el destino quiso que volviera a ser el penúltimo sábado de mayo, ese sábado en el que todos fuimos tan felices cuando vimos a nuestro equipo ganar en el Miniestadi.
La Cultu se enfrentará a uno de los peores locales, así no queda otra que ganar. El Nástic lleva tres derrotas consecutivas y ha destituido al que era su entrenador Nano Rivas -algo que no sé si es bueno o malo-.
No será un partido fácil está claro, y se necesitará, además de solvencia defensiva, tener el manejo del balón, que la pareja formada por S. Marcos y Mario controle bien los tempos, no tengan pérdidas tontas y sepan manejar los momentos en los que el conjunto rival se encierre atrás. Puede ser un partido de tener mucha paciencia y solvencia defensiva.