Y ¿de quién es la culpa?
Junior de Barranquilla perdió 3 a 1 frente a Palmeiras y quedo eliminado de la Conmebol Libertadores.
Junior cayó en Brasil con Hattrick de Borja y se despidió del torneo internacional. Ahora debe pensar en el fútbol colombiano.
Las cuentas para clasificar estaban claras: Junior con un empate o una victoria pasaba a la siguiente ronda de la Copa Conmebol Libertadores siempre y cuando, Boca Juniors no ganará. El rival del equipo argentino fue Alianza Lima último en la tabla, y del colombiano fue Palmeiras líder del grupo. Todo parecía indicar que la situación para los dirigidos por Julio Comesaña era más compleja, porque debía ganarle al puntero en territorio brasileño -hace 34 años que no gana en Brasil- un gran desafío para el presente del equipo “Tiburón”.
Miguel Ángel Borja es colombiano y fue convocado por Pékerman para el mundial. Es hincha de Junior y este miércoles fue el encargado de apagar poco a poco la ilusión del equipo de sus amores. Marco el triplete para Palmeiras y con este condenó al “Tiburón”, a Comesaña, a la dirigencia y al plantel a la eliminación de la Conmebol Libertadores y ahora debe modificar su estado en el fútbol local.
Hubo cambio de técnico cuando el panorama se puso oscuro: Julio Comesaña reemplazó a Alexis Mendoza en el mes de abril; y Alexis Mendoza sustituyo a Julio Comesaña en diciembre. En seis meses hubo un giro inexplicable, los despidieron por “malos” resultados, lo llamaron “fracaso” y a su llegada prometieron: títulos. El mensaje que le envían a los hinchas parece ser, que los dirigentes contratan al técnico que tiene la “receta” para ganar, pero cuando se dan cuenta que no existe los despiden.
Junior de Barranquilla ha tenido un presente complicado, tanto en el fútbol colombiano como en las copas internacionales. Sin embargo, parece que esto es el reflejo de las malas decisiones que se han tomado durante este semestre. Hay que recordar que se necesita tiempo para que el plantel demuestre la idea del técnico. Los buenos momentos vienen acompañados de: proceso, paciencia y credibilidad hacía el que decide sentarse en el banquillo.
Los jugadores importantes como Teófilo Gutiérrez y Yimmy Chará no lograron estar a la altura de las expectativas. Esta gran dupla no ha podido tener empatía futbolística. Tratan de encontrarse constantemente, pero están en diferentes velocidades; y eso lo siente y lo sufre su equipo que todavía no descubre como cerrar esa abertura.
Durante la primera parte del encuentro el “Tiburón” tuvo dos oportunidades que no pudo concretar. Salió agazapado y se sintió visitante en varios tramos del partido. La avalancha de goles que se dieron al minuto 52, 60 y 69. Es decir, que cada nueve minutos la valla del Junior fue sometida. Hubo una tibia respuesta por parte de los visitantes que no entendieron que debían salir a jugar: presionar, ir en busca de la portería contraria y ser protagonista. La preferencia fue contraatacar cuando se pudiera. Sin embargo, tuvieron mínimas opciones y en ningún momento hubo rebeldía para enfrentar la adversidad. Llegaron a Sao Paulo con inferioridad de puntos en la tabla, pero en el partido también se lo creyeron.
El fútbol es anímico y tras dilapidar varias opciones de gol Junior quedó inestable y sin respuestas. Mientras que, Palmeiras fue eficaz. Identifico que después de la primera anotación, su rival se derribo y se entregó. El primer gol llegó a los siete minutos de la segunda parte. Quedaba tiempo, pero la cabeza, los pies y su modelo de juego quedaron sin oxigeno, sin vida.
Ahora es una incógnita lo que pasará en los próximos días. ¿se irá Comesaña? ¿Cambiarán de técnico?. Mientras eso se resuelve, la dirigencia debe saber que no hay técnico infalible y que siempre hay que correr riesgos.