Aunque las notas del equipo malaguista ya se saben desde mucho antes que acabara «el curso», el bochornoso suspenso que ha llevado al equipo a segunda división tras 10 años en Primera concluirá este sábado con «la entrega de notas» en la Rosaleda y ante su afición.
Pero lo peor de todo es que muchos jugadores siguen demostrando su falta de hombría, coraje, agallas, cojon…, para dar la cara en el templo malaguista.
Ya el capitán Rosales se borró de lanzar los córner, porque cada vez que se acercaba al lanzamiento recibía gritos en su contra y en el anterior encuentro fuera de casa vio otra tarjeta amarilla que «le impedirá» jugar en la Rosaleda.
Los otros capitanes tampoco podrán estar en la Rosaleda, Miguel Torres sigue de baja para jugar, aunque con una gran vida social como nos muestra en sus redes sociales.
Recio tampoco llegará por molestias físicas, dejando un vacío en el vestuario y en el césped malaguista, pero para rizar más el rizo, Juanpi, que es el cuarto capitán, no ha sido convocado por decisión técnica. (El nivel que debe presentar para que ni sea convocado cuando no hay efectivos, demuestra el desastre de esta temporada…).
José González se ha encontrado con el dilema de tener que dar el brazalete a algún jugador representativo por falta de capitanes: «Los capitanes no lo he pensado, me tocará elegirlo a mí. No lo he pensado, se me ha pasado inadvertido. Miraré la lista o preguntaré al club. Alguien que sea representativo», dijo José. Se apunta a Iturra como portador del brazalete.
Pero si encima sumamos los lesionados de larga duración y el sancionado Miquel se podría formar un 11 titular con todos los jugadores de la primera plantilla que no estarán disponible para dar la cara en la Rosaleda.
Si añadimos que el filial se juega el ascenso, tenemos como conclusión una convocatoria atípica en la que incluso entran jugadores del juvenil como Juan Cruz que cumplió los 18 años hace unos días y que tendrá que salir a dar la cara y a defender un escudo que otros siguen arrastrando.
Hoy fue el último entrenamiento del equipo y mañana al acabar el partido se irán de vacaciones, cerrando un año para olvidar, aunque algunos jugadores como Peñaranda ya lleva semanas de«tratamientos» en Madrid y Barcelona. Al igual que otros muchos jugadores que ante «molestias» llevan dejando pasar los días ante el pasotismo y desidia que hay implantada en la Rosaleda.
Es una vergüenza que un club y una afición como el Málaga CF, no se merecen. Luego muchos jugadores se molestan cuando se les grita «mercenarios», pero sería bastante importante que todo el mundo sepa «el compromiso» de ciertos jugadores que seguro cambiaran de aires….
El Málaga es un sentimiento que muchos de los integrantes de esta plantilla no representan, ni han merecido vestir esa camiseta que para tantos aficionados malaguistas es SU PASIÓN.
Por @sergiogl65