Una temporada más la UD Almería se jugará en la última jornada la permanencia en la categoría de plata. Hasta Lugo se tendrán que desplazar para lograr la salvación, donde tendrán que vencer y esperar otros resultados. En el banquillo rival estará un viejo conocido de la afición almeriense, Francisco Rodríguez Vílchez, quien se encuentra en una verdadera encrucijada, a pesar de que los lucenses no se juegan nada en este partido. Lo que ningún seguidor quería vivir, la posibilidad de perder la categoría ante una de las personas más queridas por la parroquia rojiblanca.
Lejos quedan ya aquellos mágicos años en Primera División, cuando se rozó entrar en competición europea en la primera temporada en la élite. Parece increíble que hace escasos tres años los rojiblancos militaran en la máxima categoría del fútbol español. Si tras el descenso a Segunda División tras caer derrotados 2-3 frente al Valencia CF, nos dijeran que íbamos a vivir tres cursos al borde del abismo, seguro que nadie o casi nadie se lo creería.
Igualmente, un hipotético descenso supondría que el filial de la UDA no podría ascender al fútbol de bronce, no logrando lo que se podrían ganar sobre el terreno de juego. Uno de los principales motivos para que el primer equipo rojiblanco hiciese sus deberes (tarde) y mantuviese la categoría. No obstante, lo más importante es la afición, aquella que permitió ver un magnífico ambiente el pasado domingo en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Un Mediterráneo que colgaba el cartel de ‘no hay billetes’, si bien no terminó de llenarse. El sábado estamos ante el que es posiblemente el partido más duro de nuestra historia, en juego continuar un año más en el fútbol profesional. Lo contrario sería un auténtico drama,en lo que son hasta tres cursos jugando con fuego.
Ahora el ‘Almería nunca se rinde’ se tiene que hacer sentir más fuerte que nunca. La permanencia se ha complicado muchísimo, pero el equipo no está muerto ni mucho menos. Difícil, sí, pero no imposible. Por todos aquellos seguidores que apoyan a los rojiblancos, por nuestra cantera, por nuestra ciudad, por nuestros colores, por nuestro escudo, y un largo etcétera, este sábado se tiene que lograr la salvación y no tirar por la borda más de tres lustros viviendo en la Liga de Fútbol Profesional.