El gol que lo cambió todo. El que dio un giro radical a nuestro fútbol. Aquel que valió un Mundial, en la prórroga. Andrés Iniesta siempre será recordado por todo el balompié español. Aquel tanto, su humildad y su fútbol le hacen ser uno de los futbolistas más queridos de nuestro fútbol. Sale a ovación por cada campo al que acude. Porque es complicado conocer a alguien que no trague al manchego. Esta temporada, la de su despedida del Barça, podría acabar con su segunda estrella.
En su campaña de despedida, Andrés ha sacado nota. Un doblete nacional para decir adiós a nuestras competiciones domésticas. Y lo hace como uno de los futbolistas más laureados de las historia de nuestro país. 32 títulos ha levantado con el Barça y tres con ‘La Roja‘. Artífice de la generación de oro de la selección. Siempre ha sido uno de los fijos. Este verano, en Rusia, Iniesta podría colgarse su segunda estrella en el pecho en el que podría ser también su último gran torneo con España.
Doblete de despedida
La temporada del Barça no podría haber ido mejor en España. Un doblete nacional. En LaLiga, los de Valverde fueron líderes de principio a fin, con mucha autoridad. En la Copa, nadie pudo hacer frente a un Barça que en la Final le endosó una manita al Sevilla. Para el técnico culé, Andrés Iniesta siempre fue un pilar básico del equipo. Quizás no tuvo el protagonismo de otras temporadas, pero su aportación al equipo fue clave para lograr estos éxitos. Triunfos que se vieron truncados por la dolorosa eliminación europea ante la Roma.
Los números de Iniesta son los de un fijo por mucho que algunos insistan en lo contrario. Jugó 30 partidos en LaLiga, logrando un gol y regalando otros dos. En Champions, el capitán disputó ocho encuentros y repartió otras dos asistencias. A todo esto hay que sumar cinco partidos más en Copa, y otro gol, y también uno en la Supercopa de España que el Barcelona perdió ante el Real Madrid.
‘Iniesta de mi vida’
Puede que esta sea la frase más repetida desde aquella noche en Sudáfrica. Aquel gol que elevaba a España al trono del fútbol mundial. Que le permitía colgarse por primera vez la estrella en el pecho. Un tanto con un significado muy especial que Iniesta quiere repetir en Rusia. Porque aunque no sea él, el manchego busca su segunda estrella. De la mano de un Lopetegui que siempre ha confiado en él. Un fijo en sus convocatorias. Un fijo, posiblemente, en su esquema.
Desde el 27 de mayo de 2006, Andrés Iniesta ha sido imprescindible. Debutó ante Rusia, en un encuentro amistoso que acabó con empate a cero. Ha jugado 130 encuentros con la elástica roja, convirtiendo un total de 13 goles. Precisamente, en el país ante el que debutó, Iniesta busca ampliar su leyenda y alzarse con se segunda Copa del Mundo.
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