La despedida del último gran capitán
Tras 12 años en el club gijonés, el capitán Alberto Lora, abandona la entidad con un merecido homenaje por parte de la entidad
Se va uno de los últimos estandartes del Real Sporting de Gijón. Tras doce años en el club, 267 partidos, cinco goles, dos ascensos y dos duros descensos, Alberto Lora Ramos dice adiós al club rojiblanco. Se va así uno de los últimos grandes capitanes que ha tenido la entidad.
Llegó en 2006 tras acabar su ciclo de juvenil en el Real Madrid. En el club merengue en el que el mostoleño se formó desde muchos años atrás. Allí tuvo su primera gran anécdota en un torneo alevín de Brunete, donde se enfrentó a jugadores como Piqué y Cesc Fábregas y fue elegido mejor jugador del torneo. Avanzó categorías en el club blanco, pero cuando acabó su etapa formativa decidió cambiar de aires.
El Sporting decidió entonces reclutarle y Lora dejó su Móstoles natal para irse casi 500 kilòmetros al norte. Llegó al club como mediapunta con apenas 19 años para militar en el filial. Ahí estuvo tres campañas, aunque pronto debutó con el primer equipo a las órdenes de Manolo Preciado. Fue un 28 de Octubre de 2007 en un partido frente al Celta de Vigo. Sería el primero de los doscientos sesenta y siete con los que concluye ahora su etapa.
A pesar de ese debut, siguió año y medio más en el filial. Ascendió al primer equipo, pero Manolo Preciado no le puso las cosas fáciles. Lo probó como lateral derecho como una solución de emergencia en un encuentro frente a la UD Almería. Y en su primer partido no solo fue un muro; hasta dio una asistencia de gol que valió el triunfo. Sin saberlo entonces, el mostoleño se iba a convertir como dueño de ese carril durante muchos años.
Porque sí, llegó como mediapunta, pero doce años después de su llegada se va como lateral derecho. Porque Lora siempre ha sido un hombre de club y ha jugado siempre donde los entrenadores le han dicho que lo hiciese. Siempre disponible, siempre rindiendo y nunca quejándose. Solo de central y portero se podrá decir que Lora no ha jugado en el Sporting. Titular indiscutible durante siete temporadas ininterrumpidas, solo en las dos últimas ha visto como las continuas lesiones le privaban muchas semanas de estar disponible para sus entrenadores.
Se va el último gran capitán del club en los últimos años. Pero sobre todo, como él mismo ha dicho: «se va un jugador del Sporting que pasa a ser aficionado y socio para toda la vida. Ocuparé mi asiento en El Molinón para animar al equipo». Un buen tipo y excelente profesional del que nadie tendrá nunca una mala palabra. Un gran capitán al que solo cabe darle las gracias y el club ha estado a la altura en su despedida. Gracias por todo y suerte, Cobrita.