Nunca había tenido tanta repercusión el anuncio de un nuevo entrenador de un equipo. La hora del café traía una noticia deseada por los madridistas y que casi ningún ciudadano español esperaba. Julen Lopetegui pasaría a ser el primer entrenador del Real Madrid al finalizar el Mundial 2018 de Rusia al haber abonado Florentino Pérez los dos millones de cláusula de rescisión que estipulaba el nuevo contrato firmado por el seleccionador tras su última renovación.
Vayamos parte por parte, porque realmente merece que empecemos hablando de cómo ha gestado el Real Madrid el fichaje del seleccionador español. Realmente, Julen Lopetegui no era la primera opción, quizás no estaba ni entre las cinco primeras, pero, aunque parezca de rebote, llega al equipo blanco con un sentido. Gracias a un cabezón Daniel Levy, el presidente de un Tottenham Hotspur que ya roza la tacañería al no dejar salir a su técnico, Mauricio Pochettino, el cual quería venir a la capital española, hemos llegado a esta situación.
Aplauso del público ensordecedor para José Ángel Sánchez, director general del Real Madrid, que, cuando vio que el río bajaba revuelto en cuanto a las relaciones entrenadores – clubes (tanto Jürgen Klopp como Joachim Löw están enamorados de sus proyectos deportivos), hizo una llamada a Carlos Bucero, representante de Julen Lopetegui. Había interés, Florentino Pérez dio el visto bueno y se llamó a la Federación Española de Fútbol para ofrecer rescindir el contrato del seleccionador una vez acabara el Mundial. Y mientras tanto, sondeos falsos sobre entrenadores como Antonio Conte o Míchel (pobre Míchel, siempre se queda a la puerta). Jugada maestra.
Bromas aparte, no se me ocurre un entrenador mejor para el Real Madrid viendo lo disponible (obviamente, habría traído a Jürgen Klopp con los ojos cerrados, y quizás a Mohammed Salah bajo su brazo). Si algunos pensaban que la marcha de Zinedine Zidane iba a ser un torpedo en la zona de flotación, con esta contratación, por lo menos, se subsanan los daños y se mantiene el barco a flote y vigoroso; no se sabe tampoco se puede hundirse, pinta que no.
Julen Lopetegui cumple todos los requisitos que exigía Florentino Pérez: ha sido jugador del Real Madrid, entrenador de alto nivel (pasó por el Oporto y ahora es el entrenador de la Selección Española, nada mal), tiene un juego claro y vistoso, tiene buena mano con los jugadores y les exprime al máximo para sacar lo mejor de ellos y, casi lo más importante de todo, es muy enérgico y tiene muchísima hambre de títulos. El vasco sabe cómo funciona el club blanco por dentro, tiene carisma y templanza más que suficiente para gobernar el vestuario más difícil del mundo y podrá exprimir hasta la última gota de jugo de sus jugadores, como ya hizo con Isco la pasada temporada cuando no contaba para Zinedine ZIdane. Además, no olvidemos que le gusta apostar por la cantera y los jugadores jóvenes, ya que cuando era el míster del equipo portugués hizo crecer a Casemiro y a Óliver Torres, y sacó de la cantera a una futura promesa, Ruben Neves.
Ya ha demostrado Julen Lopetegui que no le tiembla el pulso ni un poquito. Es de valientes (o de tener un buen par de huevos colganderos) comprometerse con el mejor club de la historia a tres días de un Mundial ignorando las posibles críticas. Porque sí, ya han llegado las primeras. Que si estará descentrado porque pensará en el Real Madrid, que si les dará más minutos a los jugadores que vistan el blanco, que si es una falta de respeto abandonar así el barco… Bla, bla, bla. El técnico vasco es un profesional, ha dado su palabra de que para él sólo existe el Mundial y que el futuro madridista empieza nada más ganar la copa dorada (y ojalá, ¡vamos España!), y que para él nada ha cambiado.
No sé qué más necesitan todos aquellos seguidores que rabian porque se haya hecho oficial su fichaje por el Real Madrid (qué casualidad, la mayoría seguidores del Barcelona y del Atlético de Madrid), pero desde luego, don Julen Lopetegui Agote es un grandísimo acierto, uno más, de la gerencia de Florentino Pérez como presidente del mejor club del mundo. ¡Hala Madrid y vamos España!
Más información y opiniones en mi cuenta de Twitter personal, @rcastillejo16.