Colombia quedó en deuda
Colombia gano por 1 a 0 con gol de Yerry Mina ante Senegal y se clasificó a segunda ronda como líder del grupo H.
Colombia logró quedar en primer lugar del grupo H -como se aseguro-, pero con serias dificultades en su funcionamiento. Es un equipo intermitente, dependiente de las individualidades y por momentos con poca visión de juego. Las falencias con el paso de los partidos son más evidentes y preocupantes. Las virtudes que mostró frente a Polonia -un rival pálido- se evaporaron, se diluyeron entre: la confusión, la falta de confianza y la ausencia del juego.
El protagonismo fue compartido entre Senegal y Colombia. Los africanos hicieron un muy buen primer tiempo, porque anularon la dupla entre Cuadrado y Quintero, cerraron las líneas de pase, y presionaron alto. Los dirigidos por Pekerman no encontraron soluciones para contrarrestar el planteamiento de los senegaleses que por tramos del partido no elaboraban en demasía, pero llevaban peligro al arco de David Ospina.
Fueron tres partidos con panoramas grises. La expulsión de Sánchez y la derrota en el debut, la lesión de Abel Aguilar contra Polonia y la de James este jueves. A los 30 minutos de la primera parte Colombia se quedó sin una de las piezas fundamentales dentro del plan de juego. Quintero, Cuadrado y Falcao resistieron sin un socio, sin un jugador talentoso y habilidoso.
Senegal que con el empate se clasificaba fue el que mostro más durante el partido. Quiso confirmar su paso a octavos con una victoria que no se le dio por múltiples factores: contundencia en zonas de finalización, imprecisión en el último pase, y las apariciones claves de Ospina que fue sinónimo de seguridad ante una defensa que volvió a dejar serias dudas de coordinación.
El encuentro estuvo marcado por la carencia hacía la búsqueda del juego. Falto un líder futbolístico que pudiera controlar los ritmos del partido, no hubo rebeldía para cuando lo que se planea no sale. El costado derecho es un espacio de libre circulación para los rivales de Colombia y un lugar sin explotar para la selección cafetera. Para que, haya una correcta gestación se necesita amplitud, juego interno y buenos interpretes, Sin esto se hace complicado jugar bien y sobre todo ganar. Colombia dejo a la suerte sus ideas, sus propuestas y su talento.
La pelota quieta se convierte en un arma importante cuando las cosas en el desarrollo del encuentro no fluyen; y esto lo entiende perfectamente el defensor Yerry Mina que volvió a aparecer como salvador frente a las adversidades. Salvador ante un barco que se tambalea, pero que todavía no logra sucumbir.
El plantel africano desnudo al colombiano, hizo evidente la falta de ideas y de creatividad para construir el juego; que Carlos Sánchez no es un jugador con características ofensivas para esa primera pelota, que Cuadrado requiere y solicita un apoyo; y que para salir de la presión se requiere amplitud y una correcta sucesión de pases.
En el fútbol se necesita dinamismo, movilidad y aventura; tres características para ser superiores que el rival, para marcar diferencia, para imponerse con fundamentos. Colombia debe seguir ajustando piezas. Creer que, por medio de la asociación, de la gambeta y de lo colectivo se puede seguir avanzando en el mundial. Ahora, debe esperar si es Bélgica o Inglaterra dos selecciones que tienen un plan de juego inmejorable y con unos ejecutantes potencialmente peligrosos.
en Twitter: @lauraviafara