El Sevilla lo ve complicado, su alto precio y las exigencias de su club le alejan, es cauto, en un mercado disparado por la inflacción. El club hispalense tiene un nombre marcado en rojo en la agenda de posibles refuerzos para el ataque sevillista. El nombre de Maxi Gómez resalta en una lista en la que hay otros goleadores, buenos, pero ninguno ha mostrado el nivel que la temporada pasada nos enseñó el delantero uruguayo en su temporada de presentación en la Liga Española.
El joven uruguayo anotó 17 goles en su temporada de debut en el club vigués, y formó una pareja de oro para los de Vigo junto a Iago Aspas. En el Sevilla no descartan nada, pero lo ven difícil. El Celta ha rebajado su exigencia a la mitad, 25 millones es su precio.
El Celta considera que es un precio ‘asequible’ para lo que se viene manejando en el mercado, pero para el Sevilla es una cifra brutal, inalcanzable de no traer una buena suma de dinero gracias a salidas, como la de Lenglet, que realmente tiene que paliar otro central. Complicado. Mientras tanto, el charrúa, prefiere jugar en Nervión que en la Premier.