McLaren Racing ha anunciado hoy cambios en la dirección de su división deportiva, con efecto inmediato. El CEO de McLaren Racing, Zak Brown, aceptó ayer la dimisión de Eric Boullier como director de competición y anuncia una nueva estructura en la dirección técnica, más simple.
Simon Roberts, jefe de operaciones, supervisará la producción, ingeniería y logística. Andrea Stella es nombrado Director de Rendimiento y responsable de las operaciones en pista. Gil de Ferran es nombrado Director Deportivo, un puesto nuevo (Boullier era Director de Competición), para maximizar la efectividad del paquete de carreras del equipo.
Según el propio equipo, este es el principio de una serie de cambios con los que quieren volver a la senda de las victorias, tan olvidadas en las últimas temporadas.
Zak Brown, CEO de McLaren Racing: «El rendimiento del MCL33 en 2018 no ha alcanzado las expectativas de nadie en McLaren, especialmente nuestros leales aficionados. Esto no es culpa de los cientos de comprometidos y trabajadores hombres y mujeres de McLaren. Las causas son sistémicas y estructurales, lo que precisa de un gran cambio desde dentro. Con el anuncio de hoy, empezamos a afrontar estos problemas de forma directa y es el primer paso del camino para nuestra recuperación. Quiero aprovechar esta oportunidad para, en nombre de todo el equipo, dar las gracias a Eric por su servicio y contribución a McLaren y le deseamos lo mejor en sus futuros proyectos«.
Eric Boullier: «Estoy muy orgulloso de haber trabajado con un equipo tan brillante en los últimos cuatro años, pero reconozco que ahora es la hora de que dé un paso atrás. Quiero desear lo mejor a todo el mundo en McLaren para el resto de la temporada y para el futuro«.
Desde el divorcio con Mercedes y su acuerdo con Honda en 2015, los resultados de McLaren han sido desalentadores, acabando siempre en los últimos puestos. Durante las tres temporadas pasadas, siempre echaron la culpa a Honda, aduciendo que su propulsor no era competitivo por falta de potencia y fiabilidad. Los datos objetivos en banco, las múltiples roturas y el propio reconocimiento de Honda de necesitar más tiempo para igualar a sus competidores, sin que se viesen mejoras apreciables en el transcurso de la temporada, provocaron un sonado divorcio y la firma del acuerdo de suministro de motores con Renault.
Pero había voces discrepantes en el paddock que afirmaban que no todo era tan sencillo, que Honda no había tenido facilidades para adaptar su propulsor al chasis británico y que además este último no era tan bueno como sus responsables vendían. Este año, la situación se ha dado la vuelta, Honda firmó con Toro Rosso, sus motores no se rompen y además, según avanza la temporada, cada vez más veces quedan por delante de McLaren a pesar de contar con sólo un tercio de su presupuesto.
Los McLaren son superados casi siempre por Renault y sus tiempos están muy lejos de los que los Red Bull hacen con el mismo motor. Uno de los aspectos más determinantes ha sido la diferencia de velocidad punta entre ambos monoplazas, muy superior en el caso de Red Bull, a pesar de que siempre han sido coches que han buscado más agarre en curva y tracción a la salida de las curvas que velocidad punta en las rectas.
Con unos resultados que cada vez son peores, solo salvados a veces por la constancia y el buen hacer de Fernando Alonso, McLaren ya se encuentra al final del pelotón, solo por delante de Williams, ya que el resto de rivales con mucho menos presupuesto como Haas, Force India e incluso Sauber, están por delante de ellos en las últimas carreras.
Una compleja situación que con toda seguridad no se resolverá en lo que queda de temporada. Habrá que esperar para ver si estos cambios y los que queden por venir, pueden devolver a McLaren al lugar que por historia le corresponde.
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Foto: rtve.es