En las presentaciones hay que demostrar «la alegría y las ganas» por jugar en ese nuevo equipo que te ha dado la confianza de vestir sus colores, pero sin olvidar que si vas cedido sigues perteneciendo al club que te fichó y ha permitido esa cesión.
Jony, que ya no es un niño, en su presentación como nuevo jugador del Deportivo Alavés comentó que le convenció el proyecto del Alavés con un entrenador que le conoce bien. También hizo referencia por su paso en enero por el Sporting de Gijón: «con la intención de volver a recuperar sensaciones», en su equipo y lo consiguió teniendo minutos y juego. También ha reconocido que en Gijón estaba en su casa y no quería tomar ninguna decisión hasta conocer si el plantel rojiblanco conseguía el ascenso a Primera División, algo que finalmente no se cumplió.
Además comentó: «todo jugador necesita confianza y oportunidades para intentar mostrar su nivel y el año pasado en Málaga se juntaron la falta de oportunidades y que el equipo no arrancaba», lo que derivó en una situación complicada en la que fue «difícil seguir adelante» , para luego continuar con la frase que levantó más polémica entre la afición malaguista: «En Málaga vi la cara fea de este deporte y me ha servido para madurar y seguir creciendo».
Frase que ha caido muy mal, cuando ha sido el primero en buscar una salida del equipo malaguista para no jugar en segunda división, acogiéndose a una claúsula en su contrato por el cual se puede marchar a un equipo de primera cedido si paga toda su ficha y sin que el Málaga pueda poner ningún impedimento.
Y para rizar más el rizo, ha contestado en su twitter personal sobre algunos artículos presentados usando esa frase sobre sus vivencias en el Málaga.
Este twitter ha emperorado la situación, ya que muchos aficionados malaguistas le han recordado que fue recibido con mucha ilusión y que él ha defraudado mucho por su mal estado físico (con bastante sobrepeso) y demostrando poco interés cuando saltaba al terreno de juego. Actitud que cambió mucho cuando se fue cedido al Sporting, motivo que se le recrimina ya que tras pasar varios entrenadores por el Málaga a ninguno les convenció por diversos motivos.
Si el jugador no quiere pertenecer al Mälaga, pues que rescinda su contrato y se marche donde quiera, pero lo que no es de recibo es que se le olvide que sigue siendo jugador del Málaga CF y que debe un respeto a su club y afición.
Con todas estas «anécdotas» sólo está consiguiendo cerrarse las puertas de una posible vuelta a la Rosaleda, donde la afición malaguista suele acoger con los brazos abiertos a todos los jugadores que «sudan la camiseta malaguista» y luchan por su escudo.
Cuando las cosas no salen bien, siempre no es culpa de los otros, se debe hacer una cura de humildad y reconocer también los fallos de cada uno.
Por: @Sergiogl65