El Red Bull KTM sigue sin alas
Otro fin de semana más para olvidar para el equipo Red Bull KTM de MotoGP. Pésimos resultados en los libres, en línea con los anteriores Grandes Premios y que muestran que la distancia con la cabeza permanece invariable. Pol Espargaró duró dos curvas y su presión por hacer una buena salida hizo que se fuese al suelo, llevándose a Alex Rins de por medio.
No se puede decir que los resultados de KTM no sean constantes. El viernes empezaron como casi todos los GP de esta temporada: de la posición 15 en adelante y a una enorme distancia de cabeza de carrera. Sachsenring es un circuito muy corto, con sólo 3,6 km de longitud y Iannone les sacaba en la FP1 casi segundo y medio. Todo un mundo. En la FP2 mejoraron algo las cosas, reduciendo esa distancia a 0,8 segundos, una diferencia comparable a otros circuitos más largos donde rondan el segundo con la cabeza.
El sábado se mantuvo la misma distancia en la FP3 y se fueron casi al segundo en las diferencias de clasificación en Q2 (16º y 17º) con los tiempos de la pole en Q1. El domingo en un warm up accidentado, Pol Espargaró marcó el mejor tiempo, pero era solo un espejismo: sus tiempos eran los mismos que el día anterior y el resto de pilotos rodaron mucho más despacio que días anteriores, sin arriesgar. Incluso Rossi, especialista en despertar el domingo por la mañana, rodó un segundo más lento que en la Q2 del día anterior.
Los nervios pudieron con Pol Espargaró, que hizo una buena salida, pero cometió un error de principiante: trazar larga una curva por el interior en la primera vuelta, lo que garantiza que saldrás de la trazada e impactarás con algún piloto. Y el afortunado fue Alex Rins, que sin ver nada y yendo por su sitio, sintió como la KTM de Espargaró le embestía en la rueda trasera, poniendo fin a la carrera de ambos.
Bradley Smith hizo una buena salida, pasando décimo por linea de meta en la primera vuelta, moviéndose en esas posiciones durante toda la carrera. Acabó a veintiún segundos de cabeza de carrera en la décima posición, que es probablemente la diferencia más pequeña en lo que va de temporada.
En KTM tienen puestas las esperanzas en el nuevo chasis 2019 que según los rumores estrenarán en agosto, después del parón veraniego. Las pruebas realizadas por Kalio hace algunas semanas demostraban que tenía potencial y debería ayudarles a reducir la distancia que les separa de los equipos punteros. Estos estrenarán los nuevos prototipos según acabe la temporada, por lo que de nuevo, la distancia podría aumentar a principio de la siguiente temporada.
Es obvio que KTM no va a renunciar al ADN de sus motos (como sí hizo Ducati en la era Rossi), el chasis Trellis realizado con una estructura multitubular y tan característico de las motos austriacas tanto de carretera como de campo. Es una incógnita si lograrán igualar la precisión en flexibilidad lateral que se logra con un Deltabox de doble viga de aluminio y que es donde está uno de las desventajas de las motos naranjas. Cuando la moto está muy inclinada, las irregularidades del asfalto se transmiten a la suspensión de forma imperfecta, ya que la fuerza la hacen en linea recta, hacia arriba, mientras que la suspensión en esa situación está inclinada hasta 60º. Eso los Deltabox lo solucionan con zonas más delgadas que permiten una flexión controlada y que hacen las veces de suspensión cuando la moto está inclinada. En las Yamaha de unos años a esta parte se aprecia muy bien al haber zonas con diferentes grosores y aperturas en el chasis para afinar esta característica. El otro punto de mejora sin duda, son las suspensiones. Sólo ellos usan WP, al ser propietarios de esta marca y se resisten a montar Öhlins como el resto de la parrilla. La única duda es cuanto tiempo podrán mantener la apuesta.
Twitter: @jesusmedinamot1