Empate sin historia en el Suárez Puerta
Un Sporting muy espeso empata ante un Pontevedra muy voluntarioso, que marco en su unica ocasión clara, y lo tuvo que hacer remontando el buen gol del equipo gallego.
El partido comenzó con un claro dominio del equipo rojiblanco, sacando el balón jugado con mucho criterio y presionando muy arriba al equipo de Luismi. Durante los primeros minutos el Sporting merodeaba constantemente la meta del equipo visitante pero fue incapaz de generar profundidad en su juego, siendo Carmona el unico que conseguía romper la defensa adversaria.
En los primeros minutos hubo jugadas dudosas en ambas áreas, primero en el minuto 12 cuando Carmona fue derribado justo antes de llegar a rematar un balón colgado al segundo palo. Esta jugada transmitió nerviosismo al equipo gallego, que dudaba en saltar a presionar a los mediapuntas visitantes. En una jugada que Carmona recibió sin ventaja, el lateral le dejó demasiado espacio y esto lo aprovecho el extremo para driblarlo con facilidad, sin embargo fallo en el 1 contra 1, siendo esta la ocasión mas clara de los locales. Pocas jugadas después, y en un contragolpe vertiginoso tras pérdida en mediocampo de Hernán, el Pontevedra tuvo su acercamiento mas peligroso cuando el interior Alex González encaró a Geraldes con espacio, el lateral se resbaló y al caer se lanzo para interrumpir la carrera del atacante, trastabillándolo claramente.
A partir de aqui el Sporting aflojó en la presión y el Pontevedra, muy agazapado hasta ese momento, se empezoóa estirar y a mantener mas rato el esférico. El partido entro en una fase de igualdad en la que se notaba la carga fisica y el ritmo decayó mucho, el juego se espesó y el único que conseguía aportar dinamismo por parte del equipo local era el nuevo fichaje, André Sousa, que estuvo cerca de marcar con un buen disparo desde fuera del área.
En el descanso ambos técnicos optaron por modificar su 11 prácticamente al completo, pero manteniendo ambos la misma idea de juego.
La segunda parte fue aún peor que la primera, ya que ninguno de los dos equipos era capaz de crear jugadas de peligro reales. Mientras que el Sporting era incapaz de hilar juego a partir de mediocampo, el Pontevedra no podía lanzar ninguna contra, ya que estaba replegado muy atrás y las lineas del Sporting estaban muy juntas entre sí.
La ocasión más clara antes de los goles fue del Pontevedra, que a la salida de un córner se pudo adelantar con un buen testarazo desde cerca del punto de penalti que tuvo que sacar Alberto Espeso bajo palos. El lateral izquierdo del filial fue mejorando con el paso de los minutos en la segunda parte para ser el jugador más incisivo del cuadro rojiblando durante gran parte de la segunda mitad.
Los goles llegaron al final
Cuando más soporífero estaba el partido, con cierto runrun en la grada, saltó la sorpresa, en un córner el central Campillo recogió un balón peinado en el primer palo para marcar un golazo de tijera cerca del segundo palo. Se adelantaban los gallegos y el parecía que el Sporting sufriría una derrota ante su afición en su día festivo. Sin embargo el gol espoleo a los rojiblancos que imprimieron un ritmo mucho mas alto al encuentro y empezaron a transmitir peligro cada vez que llegaban al área de Rubén.
En el minuto 85 Pablo Perez consiguió poner tablas en el marcador con un buen cabeceo cruzado dentro del área pequeña tras un centro de Nacho Méndez. Recibió así su premio el hoy extremo rojiblanco, que ya había gozado de una clara ocasión en el minuto 67, con un buen remate tras pase atrás de Pablo Fdez. que consiguió sacar la defensa pontevedresa.
En los últimos minutos del partido el cuadro local trato con ahinco de brindar una victoria a su afición, pero la intensidad y el ritmo llegaron demasiado tarde y no hubo tiempo para conseguirlo.
