En Spa-Francorchamps tendrá lugar una de las rondas más reconocidas del calendario de Formula 1, donde el campeonato encara su parte final. Pero para eso aún faltan unas semanas y ahora toca echar la vista atrás y analizar lo ocurrido en la primera parte de la temporada. Hoy vamos a analizar la situación del equipo Sauber, sin duda una de las escuadras con mayor proyección de futuro.
Cuando el año pasado Frederic Vasseur llegó al mando del equipo, su primera decisión fue abolir el acuerdo al que Monisha Kaltenborn había llegado con Honda para la presente temporada. El francés sabía muy bien que la única oportunidad del equipo suizo pasaba por reforzar la relación con Ferrari. Justo en ese momento y por casualidades de la vida, el recientemente fallecido Sergio Marchionne estaba buscando la manera de introducir a Alfa Romeo en el deporte. La línea a seguir ya estaba clara.
El acuerdo con Alfa Romeo ha llevado a Hinwill una enorme inyección de capital que ha permitido al equipo evolucionar enormemente a nivel técnico. Sauber ha sido uno de los equipos que más novedades ha ido incorporando carrera tras carrera, y ya desde pretemporada sorprendieron con diseños novedosos y arriesgados.
Los suizos han pasado de tener un equipo al borde de la desaparición a poder luchar en la mitad de la parrilla de forma casi constante. El Sauber C37 inició la temporada a un nivel mucho más bajo que el de sus competidores, pero el acierto que han tenido en las actualizaciones lo han hecho un coche estable y que se adapta bien a numerosos tipos de circuito.
Si bien hay muchos seguidores del equipo a los que no les ha parecido bien la idea de que la entidad de Hinwill se convierta en un equipo B de Ferrari, no se puede negar que el cambio a corto plazo ha sido muy positivo. Las arcas del equipo vuelven a estar rebosantes de salud y la esperanza de lograr grandes metas ha inundado al personal de la fábrica y de circuito.
Pero si algo bueno ha traído el acuerdo con Alfa eso es Charles Leclerc. El protegido de Ferrari ha llegado como rookie a la categoría y ya se considera una de las estrellas de la parrilla. El monegasco ha tenido la suerte de contar con un coche lo suficientemente bueno como para poder brillar en determinados momentos. El comienzo de temporada no fue bueno para él y en las tres primeras carreras cometió sendos errores, pero entonces llegó Baku y Leclerc logró una más que honorable sexta posición. Desde entonces el rendimiento del joven no ha hecho más que subir y ya acumula 13 puntos. Tal es su talento que el equipo suizo parece haberse quedado pequeño para él y es muy posible que el año que viene cambie de aires para dar el relevo a Antonio Giovinazzi.
Por su parte, el que sí parece que continuará un año más en Sauber es Marcus Ericsson. El sueco es famoso por ser un piloto que ha llegado a la Formula 1 a golpe de talonario, pero lo cierto es que lleva unos años en los que tirando de veteranía está firmando muy buenas actuaciones. Si bien su rendimiento no llega a ser tan alto como el de Lecler, Ericsson ha cuajado una buena primera mitad de temporada llevando su C37 hasta los puntos hasta en tres ocasiones. Su aceptable rendimiento junto con su el dinero que dejan sus patrocinadores en el equipo hacen difícil imaginar una salida del sueco rumbo a otro equipo.
Actualmente Sauber se sitúa en la novena plaza en el campeonato de constructores con 18 puntos, manteniendo una cómoda ventaja con Williams que tan solo cuenta con 4. El objetivo de los suizos esta temporada es acabar en la octava posición del campeonato, y teniendo en cuenta que Toro Rosso se encuentra a 10 puntos de ellos la tarea no luce muy complicada.
En la segunda mitad de temporada veremos donde puede acabar un equipo revitalizado que ha luchado contra todo pronóstico para llegar hasta donde está ahora. Corren buenos tiempos en Hinwill y con la entrada de nuevo material, personal y retos no hay duda de que los suizos podrán hacer grandes cosas.
Fotos vía: motor.es
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