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In Nacho Méndez we trust

Otra jornada mas de sopor y otro amistoso cumplido. Queda solo uno y el Sporting cumple la máxima de que un equipo se parece a su entrenador (en las ruedas de prensa en este caso). Aburrido, plano, soso, tedioso… Cualquier adjetivo que transmita sueño sirve para definir al Sporting de Baraja. Por suerte en el Sporting hay un jugador que cambia todo, y como en León, ese es Nacho Méndez.

Durante los primeros sesenta minutos se pudo ver una cosa muy clara. Lo que el Sporting de Baraja puede aspirar a ser (con sus matices) lo ejemplificaba perfectamente el Getafe de Bordalás. Esto es un equipo rocoso, aguerrido, que transita bien, que tira buenas contras, que no se descubre… Por otro lado el cuadro rojiblanco solo cumplía lo de no descubrirse, porque si el Sporting consiguió hilar dos contras con peligro fueron muchas.

Solo en contadas ocasiones el balón llegaba a tres cuartos de campo, y cuando lo hacía era sin peligro ninguno. El partido era peor que el de hace una semana en León; malo y aburrido hasta decir basta. Solo el calor impedía dejar a mucha gente medio dormida. Por suerte fueron pocos sufridores rojiblancos hasta el (precioso, por cierto) campo del Zamora. Cristian Salvador fue quien se llevó la ovación de su público, pues no cabe olvidar es oriundo de la capital castellana.

Un poco antes de llegar al ecuador de la segunda parte el partido ya cogió otro tono distinto gracias a la gente que salió de refresco. Mathieu Peybernes aporto calidad a una defensa que sufría por el lado de Alex Pérez. Geraldes transmitió mucho ímpetu y actitud, Traver conseguía internarse hasta la linea de fondo y Nacho Mendez cambió el encuentro convirtiéndolo en un correcalles bastante más divertido.

Durante unos veinte minutos se vio algo que parecía otro deporte distinto al sufrido en los 65 anteriores. Había espacio, combinaciones, acercamientos… En resumen, se vio algo. Cierto es que el Sporting defendió peor y le llegaron mas fácilmente a la última linea defensiva, pero también lo es que consiguió fue  llegar a portería contraria. Eso es algo que solo ocurre con Nacho Méndez sobre el campo.

Por desgracia parece ser que Baraja apostará por el tedio con el fichaje de Isaac Cofie, en vez de por la diversión.  Supongo que preocupado por las llegadas contrarias, pero ayer se enfrentaba a un equipo de Primera División y aún así no concedió nada. Porque el partido terminó cero a cero en una oda al aburrimiento digna del partido.

Este era el último partido serio de pretemporada, por lo que me tomaré la libertad de dejar algunas impresiones tras lo visto en este mes de preparación:

Por debajo viene gente que en los próximos años, si nadie se los carga, veremos en el primer equipo. Ayer debutó Pelayo Morilla y fue un debut esperanzador. A nueve días de empezar la temporada solo puedo decir que: «In Nacho Méndez we trust». Sobre todo si queremos ver un poco de fútbol en el Sporting esta temporada.

 

 

 

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