La F1 actual está necesitada de nuevos pilotos estrella. El último en llegar ha sido Max Verstappen y parece que le está costando brillar al lado del regular Ricciardo. Leclerc llegaba a la F1 después de un impresionante currículum, solo en los últimos dos años ha sido campeón de GP3 en 2016 y de F2 en 2017. Este 2018 aterrizó en un equipo modesto, Sauber, pero que revivía con la tecnología de Ferrari (tren trasero, motor, caja de cambios y suspensión, lo máximo que permite el reglamento) y sobretodo con el apoyo económico de Alfa Romeo (del grupo Fiat, igual que Ferrari).
La temporada está siendo inmejorable, colocando el coche de manera habitual en Q3 y luchando de tú a tú con Haas, Renault y McLaren y superando de forma habitual a Williams y Toro Rosso. La sexta posición en Bakú es un excelente resultado que parecía impensable el año pasado.
¿Pero cuanto de estos buenos resultados son debidos a la mejoría del coche y cuanto al piloto? Pues la comparación con su compañero de equipo, Ericsson, nos da una imagen clara de lo mucho que está sufriendo su compañero de equipo. En clasificación ha quedado 9 veces por delante frente a 3 de su compañero de equipo. Lleva 13 puntos en el mundial por 5 de Ericsson. El mejor puesto de Leclerc ha sido un sexto por un noveno del sueco. Leclerc necesitó un par de carreras para aclimatarse al Sauber. A partir de la tercera en China, ha arrollado a su compañero, carrera tras carrera.
Leclerc reúne todos los ingredientes para ser una gran estrella de la F1, es rápido clasificando, firme en carrera y es inconformista. Recuerda en sus declaraciones a aquel joven brasileño, Senna, al volante de un Toleman que siempre estaba poco satisfecho pese a llevar a un coche muy inferior a sus mejores resultados históricos.
La prensa italiana coloca a Leclerc en el asiento de Kimi Raikkonen para el 2019. Pero la tradición en Ferrari pesa mucho. Por un lado, desde hace años, huyen de la confrontación entre sus pilotos, colocando a pilotos de menor nivel como Barichello, Massa o Raikkonen de escuderos no oficiales. Por otro, solo contratan a pilotos consagrados o con una gran experiencia a sus espaldas. La muerte de Sergio Marchionne hace unos días añade más interrogantes, ya que la renovación de los pilotos es uno de esos temas en los que la presidencia de Ferrari siempre ha tenido la última palabra.
Posiblemente en Ferrari estén en este momento deshojando la margarita. Pero ya hay ecos en la prensa francesa de la posible salida de Grosjean de Haas, con motor Ferrari y la llegada del monegasco, lo que abriría la puerta a otra renovación de Raikkonen. Algo difícil de aceptar en la semana de la retirada de la F1 de Fernando Alonso por la ausencia de un asiento competitivo.
Sea como fuere, si Charles Leclerc mantiene la estabilidad y fortaleza que ha demostrado en esta mitad de temporada, su futuro debe ser muy brillante. Aunque en la F1 actual, nadie puede dar nada por sentado.
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Fotos: f1.com