Real Oviedo |
1 | 1 | Extremadura |
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Acogiéndose al guion esperado, tal y como había anunciado Juan Sabas en la rueda de prensa previa al duelo, el partido transcurrió con un claro dominio del conjunto asturiano. Un Extremadura extremadamente mermado como consecuencia de las lesiones de inicio de campaña y del fair play financiero, llegaba a Oviedo con la mentalidad de hacerse fuertes en defensa y tratar de aprovechar alguna de las pocas ocasiones que tuviesen en fase ofensiva. Tan evidente era el problema a nivel de disponibilidad de jugadores, que el técnico del equipo de Almendralejo tan solo realizó dos cambios.
Un Real Oviedo con sensaciones de superioridad, ante un equipo que en la primera mitad carecía de argumentos ofensivos para atacar con claridad campo contrario, y al mismo tiempo concediendo espacio y tiempo en las transiciones defensa – ataque usando conducciones para temporizar la llegada de S. Berjón y Bárcenas que ocupaban en profundidad el campo del rival, llevó desde el inicio el ritmo del partido.
El Extremadura encontró un equipo muy intenso a la hora de trasladarse con balón para, ante una posible perdida, poder hacer un pressing tras perdida. Siendo esta la tónica inicial del choque, el Oviedo aprovechó la falta de comunicación por parte de los centrales azulgranas para filtrar un pase interior dejando solo a Toché, que, con un gran desmarque y una solvente ejecución, se encargaría de hacer el primero de la tarde a los 11’ de partido.
El mayor peligro de los jugadores del Oviedo venía precedido de unos movimientos tácticos en los que se apreciaba una creación, ocupación y aprovechamiento de espacios libres en el pasillo lateral derecho del ataque asturiano, con Bárcenas metiéndose en pasillos interiores fijando la posición de Pomares (lateral izquierdo del Extremadura U.D.) y ocupando con Johanson en profundidad, con el principio táctico del desdoblamiento más la llegada de segunda línea acumulando superioridad por parte de Boateng.
Este problema no fue solventado por el Extremadura hasta bien entrada la segunda parte, que con la entrada de Willy formando con dos delantero, y cambiando el sistema de juego tirando a Kike Márquez a banda derecha, con libertad para aparecer por dentro como media punta, obligando así a los centrales del Real Oviedo a fijar mucho más sus posiciones naturales, teniendo que marcar cada uno a un delantero provocando así que no salieran de zona a modo de profundidad defensiva, zona que debería ocupar un centrocampista (Tejero o Boateng), consiguieron que el Oviedo tuviese menos profundidad y jugadores por delante de balón en ataque.
A pesar de la superioridad manifestada por el Oviedo a lo lardo del encuentro, el Extremadura fue capaz de adaptarse a la propuesta del equipo local neutralizando sus recursos y no perdiendo la fe a pesar de saberse inferiores. Avanzada ya la segunda parte, en la que el juego del equipo visitante mostró mayor desparpajo y menos complejos ante el rival, logró encadenar dos acciones consecutivas a balón parado, y, en la salida de un córner, llegó el gol de Alex Barrera, quien, aprovechó la ocasión para recordarle a la grada su pasado como jugador del Sporting.
Mucho que ver en el resultado final tuvo la buena actuación del portero Manu García. Gustó también mucho el central Marcelo Djalo que a pesar de las carencias tácticas demostró tener grandes cualidades físico-técnicas y un gran margen de mejora.
Reparto de puntos que deja un sabor amargo para los locales y dulce para los visitantes.
Ficha técnica | |
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Real Oviedo: Alfonso, Diegui, Carlos, Christian, Mossa, Tejera, Javi Muñoz, Boateng, Berjón, Barcenas (Joselu, min. 76), Toché (I. Baldé, min. 65) | |
Extremadura: Manu, Alex, Pardo, Djaló, Pomares, Alex Barrera, Borja Granero, Samuel Manchón (Willy, min. 45), Valverde (Aitor, min. 82), Kike Marquez, Renella. | |
Goles: 1-0, min. 10: Toché; 1-1, min. 75: Alex Barrera. | |
Arbitro: Iglesias Villanueva, comité Gallego. | |
Incidencias: 13 500 espectadores, Carlos Tartiere. |