El Nàstic de Tarragona de José Antonio Gordillo inició la temporada 2018/19 de la Liga123 con un empate agridulce ante el Tenerife. Si bien, la primera parte de los granas, fue lo que quería el técnico, en la segunda mostraron falta de óxigeno y fondo de armario en la medular.
El cuadro tarraconense empezó muy bien. Dejó ver cual será su juego esta temporada. Presión alta y finalización rápida de las jugadas. En posesión del balón, la consigna es clara, balón a banda para centrar rápido sin elaborar mucho la jugada. La estrategia también se antoja importante en este cuerpo técnico y parece estar ya encarrilada quedando demostrado en el gol de Fali y en otros córners que también llevaron peligro a la porteria tinerfeña.
Estos buenos mimbres se desvanecieron en la segunda mitad donde la medular, formada por Rocha y Màrquez, se fue quedando sin fuerzas aunque la entrega fue induscutible. Las bandas también se vinieron abajo por falta de forma física. Tete Morente, que había completado una interesante primera parte, se fue desdibujando con el paso de los minutos hasta pasar totalmente desapercibido. En el otro lado, Sebas Coris, notó su bajón físico ya desde bien entrada la segunda parte por culpa de la lesión que le partió la pretemporada en Girona. Lo mejor de esta segunda mitad fueron los centrales Fali y Josua y el portero Bernabé que se mostró muy valiente.
Al final, empate justo aunque agridulce y, sobre todo, polémico. Si es verdad que Bernabé cometió su único fallo del partido en un salto flojo y timorato que aprovechó Aveldaño para empatar en el 93 pero, después de ver las imagenes del partido, se puede concluir que hay falta clara de Nano Mesa al meta sevillano.
Bernabe: Valiente. Sacó tres buenas manos y un uno contra uno a Naranjo que salvaron al Nàstic antes de fallar en el empate. El juego de pies su peor arma.
Kakabadze: Desaparecido: Su posible salida del club esta semana fue, posiblemente la que lo tuvo perdido todo el partido. Con la entrada de Naranjo por su banda, el desastre fue mayúsculo.
Fali: Mariscal. Pese a no ser la posición a la que está destinado esta temporada cumplió a la perfección con una colocación espectacular y una intensidad fuera de serie. Debe mejorar la salida de balón.
Josua: Correcto. Grata sorpresa la del joven venezolano que estuvo siempre atento y que solo sufrió por arriba y por su temperamento que seguro corregirá con el tiempo. Era su debut en fútbol profesional.
Abraham: Discreto. Defensivamente correcto, no permitió nada por su banda pero no se entendió en ningún momento con Tete. No desdobló y no ayudó en la salida de balón. Se espera más de el.
Márquez: Organizador. El medio tiene clase a raudales y lo demostró en la primera parte. Su edad y su físico requerían un recambio pero no lo había. Acabó luchador pero fundido. Debe ser titular siempre y cuando su físico se lo permita.
Rocha: Voluntarioso. El hijo pródigo merece la misma descripción que Márquez. Debe evitar errores de bulto en la media que le pudieron costar muy caro al Nàstic. Acabó sin óxigeno pero con máxima entrega.
Tete: Aturdido. Se le vió, como en la temporada anterior, con muchas ganas de hacer las cosas bien. En los primeros minutos dejó ver su calidad pero sus compañeros le afearon la tardanza en los centros. Se fue perdiendo el solo con el balón hasta terminar desdibujado.
Sebas Coris: Fundido. Grata sorpresa la que se llevó la hinchada grana en la primera parte. Velocidad, desborde, intensidad, robo de balón. Solo duró 45 minutos. Debió ser sustituido al descanso.
Barreiro: Fajador. Como siempre, el nuevo primer capitán, se fajó hasta el extremo con los centrales visitantes. Presionó, bajó balones, dio juego a su media pero le faltaron centros laterales para exprimir su mejor arma. Estuvo a punto de marcar en un córner.
Uche: Crack. Es el mejor fichaje que podía hacer el Nàstic. El nigeriano con pretemporada hecha desde que llegó a Tarragona fue una pesadilla para la defensa chicharrera y solo el portero y la mala suerte con un poste le impidieron marcar.
Perdomo: Decepción. Los rumores de salida por falta de confianza del técnico no fueron cortados de raiz por el extremo canario por su indolencia y embarrullamiento con el balón. Perdió una ocasión de oro para hacerse un hueco en el once.
Del Moral: Activo. Salió con el partido fuera de control para los suyos pero no dejó de aportar presión y movilidad. Su experiencia debe ser de gran utilidad en Tarragona
Luis Suárez: Sin tiempo suficiente para valorar su actuación.
Gordillo: Sabe cual es su juego y el que le va bien a sus jugadores. Sigue reclamando fichajes que se antojan más que necesarios.