A tres días para afrontar el comienzo liguero, la Cultural de Durango de Igor Núñez prepara con mimo su retorno 13 temporadas después a la Segunda división B. El inicio de campeonato no es nada benévolo para los blanquiazules, enfrentándose de manera consecutiva a tres conjuntos llamados a estar en la zona alta de la tabla como son la UD Logroñés, Real Sociedad B y Mirandés y de postre un derbi como foráneos ante el Arenas Club en el siempre difícil Gobela. Cuatro partidos para testar el potencial de los de Tabira que pueden condicionar el primer tercio liguero para los durangueses. Pero como afirmó su míster, el equipo tiene potencial para competir con cualquiera y venderán cara su piel en todos sus compromisos, por lo que están sobradamente preparados y ansiosos porque se alce el telón el próximo sábado.
Conclusiones positivas de la pretemporada
El periodo preparatorio ha servido para corroborar que el equipo puede ser competitivo en la categoría de bronce. Tres victorias, tres derrotas y un empate son los guarismos cosechados en los partidos disputados.
Comenzaron con una derrota por 0 a 3 frente al Amorebieta, para a continuación enlazar tres victorias consecutivas ante el Haro Deportivo, Castro Urdiales y SD Leioa. En el triangular de Tabira empataron con el Arenas y perdieron ante el Bilbao Athletic y en el último partido de preparación contra el Barakaldo cayeron derrotados por 0 goles a 2.
Fuera aparte de los resultados Nuñez se ha mostrado satisfecho por el rendimiento que han ofrecido sus pupilos este verano frente a los equipos de su misma categoría y tiene motivos para ser optimista por la implicación e ilusión mostrada desde el primer día por su plantilla.
Una plantilla que no varía mucho respecto a la que consiguió el ascenso hace apenas dos meses con tan solo tres incorporaciones Mendizabal, Galarza y Amorrortu y que a falta de algún fichaje de última hora queda de la siguiente manera:
Porteros: Andoni Errasti y Peio Mendizabal.
Defensas: Ion Varela, Aranda, Txopitea, Jagoba Portillo, Xabi Infante, Ibon Arizmendiarrieta y Galarza.
Medios: Ekaitz Molina, Javi Alonso, Iparra, Uribesalgo, Alberdi, Unai Arizmendiarrieta, Ander Zuazo y Hermoso.
Delanteros: Mikel Pradera, Zenitagoia, Adrian Abasolo, Iker Unzueta, Gogeaskoetxea e Iker Amorrortu.
En definitiva una plantilla con sus pros y sus contras. Por una parte el periodo de adaptación ha sido sencillo para Nuñez y sus pupilos, saben de dónde vienen y a lo que juegan, se conocen a la perfección y no han tenido que pasar por el proceso de aclimatación y ajuste de otros conjuntos de la categoría que han variado más del 50% de sus miembros.
Saldrán desde el minuto uno del partido contra los riojanos hasta el último minuto de la jornada 38 a disfrutar del premio obtenido el pasado curso, sabedores de lo difícil que es lograr un cambio de categoría y conscientes de que van a vivir una temporada histórica en el club, la temporada del Centenario.
En la Cultural no se ha querido variar ni un ápice la filosofía y el estilo que les ha llevado hasta aquí y solo se habla de disfrutar, disfrutar y disfrutar y por supuesto de competir pero con sus armas y maneras de hacer, desoyendo cantos de sirenas que hipotequen el futuro de una entidad que va a por el siglo de existencia
Por el contrario, como debe, les falta experiencia en Segunda división B a la mayoría de sus integrantes, la pronta aclimatación a la exigencia de la categoría, entidad de los rivales y dureza de los desplazamientos será fundamental para lograr el ansiado objetivo propuesto este año que no es otro que el de repetir curso.
Pero la dinámica obtenida la pasada temporada es muy buena y la ilusión puede con todo y a pesar de afrontar un exigente calendario para abrir boca en el bronce, quizá sea mejor enfrentarse ahora contra este tipo de equipos que aún no están totalmente compactados ni rodados que hacerlo más adelante cuando la dureza de la competición en forma de sanciones, lesiones, etc. empiece a hacer mella en los equipos con plantillas más bisoñas. Y de premio a la vuelta de la esquina (5 Septiembre) una merecida e ilusionante eliminatoria copera en Gernika.