Como todo genio que se precie Johan Cruyff tenía sus excentricidades….Varios fueron sus «ataques de entrenador» durante sus años en Barcelona.Tratándose de un club con la resonancia del azulgrana y de un técnico con la personalidad del holandés, no pasarían desapercibidos. Como olvidar cuando en su primera temporada hizo debutar, en nada menos que un Barcelona-Real Madrid, a un Romerito que había aterrizado la noche anterior en la Ciudad Condal postergando a Lineker al banquillo. O cuando puso a Goikoetxea de lateral en un partido en el Calderón (salió perfecto) o cuando echó a Zubizarreta y puso Busquets(padre) de portero o aquella «mítica» delantera Escaich-Korneiev… Pero quizás una de las más sonadas, y que siempre se le recordará, sucedió en el Nuevo Zorrilla, en la primera jornada de la Liga 89/90. Su protagonista: Lucendo.
En aquel verano del 89 la vida de Jesús Lucendo, 19 años, transcurría entre entrenamientos con el Barcelona Amateur, el equipo C del Barcelona que militaba en Tercera División y en el que figuraba un tal Guardiola, y el servicio militar. Circunstancia ésta que le impedía participar de algunos entrenamientos y partidos. Hay que destacar que no participó de la pretemporada del primer equipo y que no fue hasta finales de Agosto cuando Cruyff se fijó en él. Bueno, en realidad fue Rexach quien se lo sugirió a Cruyff. Según palabras del propio técnico holandés se desenvolvía ”indistintamente en la parte izquierda de la defensa y del medio del campo”. Lo citó para un amistoso contra el Figueres. Disputó la primera parte en un once en el que figuraban jóvenes como Onésimo, Delfí Geli o el mismo Valverde. El Barcelona que venía haciendo una nefasta pretemporada caería derrotado 3-1 ante un Segunda División. “Contábamos con perder” manifestaría Cruyff…. genio y figura. El papel de Lucendo no disgustó al holandés ya que lo citaría para el último amistoso de pretemporada frente al Palamós y que también acabaría en derrota. Y llegó el partido de Liga de Valladolid. Llegados a este punto hay que decir que la situación del equipo no era la mejor. Derrotas en pretemporada, jugadores desencantados, un esquema que no acababa de cuajar y que despertaba muchos recelos en prensa, club y aficionados, el flamante fichaje del verano Ronald Koeman no parecía ni de lejos al del PSV ni mucho menos al Koeman que conoceríamos todos al año siguiente….
“Cruyff dio el “11” antes de la comida y el descanso. Ni comí, ni descansé. Hasta que no repitió al final de la charla el once, no caí en la cuenta de que iba a ser titular” recuerda Lucendo. Como dato curioso destacar que la presencia de Lucendo hizo que Valverde se quedará en la grada. Lucendo disputó 56 minutos como interior izquierdo siendo sustituido por Soler. El Barcelona caería por 2-0 ante un enorme Real Valladolid. ”Estuvo bien, pasó bien el balón, mantuvo la posición. Por su parte no hubo problemas, detrás suyo si” dijo de él Cruyff. La directiva tampoco mostró gran entusiasmo con el debut: “ Lucendo no ha tenido una actuación demasiado afortunada, pero…doctores tiene la iglesia” manifestó Francesc Ventura. La prensa también cargó contra el debut del chaval: ”el joven Lucendo tuvo un debut inesperado y que le vino algo grande”. En honor a la verdad el equipo hizo un mal partido y la actuación de Lucendo no influyó en la derrota. Pero la prensa se cebó con él y las críticas fueron brutales. Fue utilizado para atacar duramente al técnico holandés que viviría una temporada nefasta salvada en el último momento con la consecución de la Copa del Rey ante el Real Madrid. La carrera de Lucendo en el primer equipo acabó ahí. Aunque seguía entrenando con el primer equipo, no volvió a ser convocado. Permaneció en Tercera hasta que finalizó la temporada. Lucendo finalizaba contrato al término de aquella temporada y no fue renovado. De ahí pasaría a la Balompédica Linense, Cartagena y Andorra donde desarrolló la mayoría de su carrera. Tanto es así que llegó a jugar con la selección de Andorra tras nacionalizarse. Finalmente colgaría las botas tras sufrir una grave lesión en Noviembre de 2003 en un partido de Regional Preferente. A partir de ahí ejerció de entrenador de clubs de Andorra y de la selección sub-21 y sub-19 de aquel país.
Johan Cruyff reconocería en un informe al final de esa temporada 89-90 «me equivoqué al alinearlo, pero lo hice como un toque de atención a los demás». El holandés fue decisivo en la carrera de muchísimos jugadores. En la mayoría de los casos lanzó sus carreras.Otros quedaron en el camino.