La Carrera Astur | Pk. 2: Dos victorias para crecer

Oviedo y Sporting continúan de la mano su andadura en la nueva temporada. Si hace una semana les contábamos un empate de ambos, hoy escribimos este artículo tras dos triunfos. Dos victorias en las que los fichajes marcaron diferencias. En el Oviedo fue Yoel Bárcenas, que con dos goles y una asistencia logró asaltar El Nuevo Arcángel. En Gijón, en el estreno del Sporting ante su gente, Hernán y Robin Lod. Eso sí, a los de Juan Antonio Anquela les costó más cerrar un partido donde dos errores defensivos apunto estuvieron de costar caros. Los pupilos de Baraja, por su parte, apenas sufrieron ante un Nástic, que aprenas inquietó la meta de Mariño.

Yoel, Alfonso y Saúl tiran del Oviedo

• Lo que funciona no se toca. Juan Antonio Anquela tiene una máxima muy clara: si algo funciona no se debe tocar. Y por ello, tras las buenas sensaciones mostradas la pasada semana, el jienense decidió repetir once. Una alineación en la que el centro del campo volvió a mover al equipo a su antojo. Y además, a eso hay que sumarle que esta vez la parte de arriba marcó diferencias. Saúl y Yoel se llevaron los goles, mientras que Toché trabajo sin descanso, teniendo a los dos centrales siempre pendientes de él. Alfonso volvió a ser clave, pero son muchos los que piden un cambio en la parte de atrás. En Cádiz veremos la respuesta.
• El Oviedo sufre por arriba. Al igual que ya pasó en la primera jornada, el Oviedo volvió a encajar a balón parado. En un despiste, Carlos perdió la marca y permitió a Alfaro marcar ante Alfonso. Barrera lo había hecho ya la pasada semana en el Tartiere. Y no solo son los goles, sino que también otras jugadas en las que los de Anquela parecen inseguros al defender una acción a balón parado. Parece ser la asignatura pendiente.
• Primera y segunda parte radicalmente opuestas, otra vez. También hubo otra similitud entre el encuentro de ayer y la primera jornada. De una primera parte sensacional se pasó a un segundo acto con muchas dudas. Durante los primeros 45 minutos, el Oviedo fue muy superior. Tuvo el balón, supo a qué jugar en cada momento y logró dos tantos que le permitieron marcharse al descanso con tranquilidad. Pero en la segunda mitad, el Córdoba comenzó a tenerlas y logró acercarse en el marcador en dos ocasiones. La parte positiva fue la eficacia de los azules arriba. En apenas dos llegadas claras anotó otros dos goles.
• Saúl, Yoel y Alfonso. Fueron las tres piezas que provocaron el triunfo. Berjón anotó dos goles, dejó varios destellos de calidad y llevó el peligro a la meta local. El fútbol ofensivo siempre pasaba por sus botas. Al igual que por las de Bárcenas, que la pidio constantemente, encaró, aportó velocidad y además hizo otros dos goles y dio una asistencia. Una de las grandes noticias del comienzo de este Oviedo. Y por último Alfonso. El meta fue clave para evitar males mayores. Realizó una parada sensacional en el tramo inicial de la segunda parte y transmitió seguridad. Además, el penalti parado en el descuento evitó un mayor sufrimiento.

Este Sporting apunta maneras

• Progresar y crecer con victorias: El Sporting es aún un equipo en construcción lejos del máximo nivel que puede ofrecer. Da la sensación de que la mayoría de fichajes son un acierto, si bien es pronto para extraer la más mínima conclusión y algunos incluso no han debutado aún. El equipo de Rubén Baraja mostró la misma solidez y disciplina táctica que hace una semana trás en Santo Domingo. Pero a ello ayer se le unió momentos de gran fútbol por parte del cuadro rojiblanco. En este punto de la competición es básico crecer como equipo y con victorias y sumando puntos eso se hace mejor.
• Los fichajes empiezan a marcar terreno: Si André Sousa lo hizo en Alcorcón con un ‘sousazo’ que valió un punto, ayer el luso estuvo acompañado de otros. La sorpresa agradable fue André Geraldes. El portugués apenas sufrió en defensa y mostró que sabe incorporarse con acierto al ataque. El ghanés Cofie ya había llamado la atención frente al Alcorcón y ayer fue una auténtica pesadilla para el Nástic. Su gran disciplina táctica abortó prácticamente cualquier intento tarraconense por el centro y, aunque lento en ejecución, dio una salida aseada de balón. Djurdjevic fue clave en el 1-0 y estuvo muy participativo, pero sin fortuna. Robin Lod tuvo veinte minutos y dejó muestras de su calidad y olfato goleador para cerrar el partido. Álvaro Jiménez fue quién tuvo un debut más gris, pero dejó buenos detalles.
• El sportinguismo nunca falla: Ante casi 22.000 espectadores que coparon El Molinón en una perfecta tarde de verano el equipo respondió e hizo sonreir a su afición.  Salieron en tromba los de Rubén Baraja, pero adolecieron de acierto en los metros finales. No obstante supieron castigar a un endeble rival en su primera clara ocasión gracias al oportunismo de ‘Djuka’ y la llegada de segunda línea de Hernán Santana. El canario no pudo celebrar de mejor manera su vigésimoctavo cumpleaños que abriendo el marcador. En la segunda parte cuando el Nástic dio un paso adelante, el Sporting supo sufrir primero y templar los belicosos ánimos de su rival después hasta que llegó el 2-0. La próxima semana ‘El Templo’ volverá a vibrar con los suyos para buscar una nueva victoria.
• Nunca duden de Nacho Méndez: El gozoniego dispuso de un cuarto de hora tras partir en esta ocasión desde el banquillo. En una de sus habituales conducciones repletas de calidad dejó una de las mejores jugadas de toda la jornada para asistir a Robin Lod y cerrar el encuentro. Fue el único jugador asturiano de los catorce que ayer participaron por el cuadro rojiblanco, algo que en muchos sectores de la grada no gusta. Además fue el principal damnificado tras un irregular encuentro en Alcorcón siendo relegado a la suplencia. En quince minutos lo hizo todo bien y demostró que está más que capacitado para volver a ese once. Que Rubén Baraja y sus competidores por el puesto tomen nota.