La carrera astur | Pk.3: Un Oviedo notable fuera; un Sporting que convence en casa
Nueva victoria de los hombres de Rubén Baraja que les coloca, de forma provisional, en lo más alto de la tabla. El cuadro de Anquela, por su parte, ratifica sus buenas sensaciones en Cádiz, donde mereció algo más que un empate
Asturias sonríe con Oviedo y Sporting. Después de tres jornadas, el Principado ve como sus dos equipos comienzan a presentar sus credenciales para ascender a Primera División. Ayer, los rojiblancos lo hicieron en forma de victoria. Es cierto que el encuentro no fue el mejor, pero en esta categoría, una victoria es oro. Porque de eso se trata: de ganar sea como sea. El caso es que los de Baraja, para algunos mejor y para otros peor, son líderes de forma provisional. Y si cogemos la autopista y nos vamos hasta la capital del Principado, vemos a otra afición repleta de ilusión. Es la oviedista, que ha visto como su equipo ha sacado con nota sus dos compromisos lejos del Carlos Tartiere. En Cádiz mereció algo más, sí, pero el punto deja muy satisfechos a los de Juan Antonio Anquela.
El patio de juegos de Carlos Carmona
- Mismo guión que hace siete días. El Sporting repitió once y esquema de juego que frente al Nástic. Sin embargo el cuadro extremeño tenía bien estudiado al Sporting. Los de Sabas cerraron todos los espacios en la primera parte. Solo un gran pase de Álvaro Jiménez en el primer minuto que Djurdjevic, tras cabalgar 40 metro,s no supo aprovechar. El serbio hizo un partido notable en todas las facetas menos en la definitoria. Anotó un buen gol, pero que le fue anulado por fuera de juego. El Molinón recompensó el trabajo realizado con una ovación cuando fue sustituido.
- Carmona Superstar. Y apareció el capitán. Llegó entonces Carlos Carmona, que cogió su fusil y dijo que aquí mandaba él. Su primera parte, como la del conjunto fue discreta y su estallido vino en la segunda parte. Con total libertad para moverse por el campo, el balear sentó cátedra de lo que es, en el mundo del fútbol, echarse un equipo a sus espaldas. Fue el auténtico canalizador de todo el juego ofensivo del Sporting. Convirtió el penalti que con inteligencia forzó Neftali y participó de forma decisiva en el 2-0 de Nacho Méndez que cerró el marcador.
- La expulsión de Djalò ayudó, pero no marcó el partido. Para intentar mantener ese férreo sistema, un equipo que desprecia la posesión como es el Extremadura necesita un partido de bajas revoluciones. El arbitraje de Soto Grado fue más que deficiente en líneas generales. Pero el cuadro de Almendralejo acabó pagando caro esa necesidad de parar el partido a base de faltas. La expulsión de Djalò -que debió haber sido expulsado mucho ante en un claro penalti no señalado sobre Álvaro Jiménez- llegó en un momento en el que el partido había cambiado desde el inicio del segundo tiempo y no hizo más que allanar el camino hacia el triunfo.
- Cerrar los partidos sin pasar apuros. Una vez el Sporting logró ponerse por delante, supo cerrar el partido. Cierto que el Extremadura, incluso en inferioridad, logró mantener a la defensa rojiblanca y a Diego Mariño en estado de alerta constante. Pero porque ese el juego del equipo extremeño; una propuesta de fútbol muy directo con la que lograron ascender y con la que buscarán mantenerse. Carmona, Robin Lod, André Sousa y Nacho Méndez supieron con el 1-0 interpretar el partido que había que hacer en esos minutos. Este Sporting aún deja muchas dudas, pero también ilusiona. El domingo que viene llega la primera prueba de fuego en Riazor.
Viajar ya no da miedo
- Buenas sensaciones fuera. El Oviedo ha trasladado el Tartiere a sus partidos a domicilio. Probablemente esta sea una de las mejores noticias en este inicio de temporada. Porque sin ir más lejos, hace menos de un año, viajar dos semanas consecutivas encendía todas las alarmas en el equipo de Juan Antonio Anquela. Ahora ya no, o eso parece hasta el momento. 4 de 6. Si en Córdoba dejó buenas sensaciones, en Cádiz acabó de confirmar que este equipo aspira a todo. Y lo hace jugando bien al fútbol, con muchas llegadas y, sobre todo, con gol. Cinco en dos partidos fuera. La parte negativa, como les venimos contando, los goles encajados y la forma de hacerlo. En el Carranza, un nuevo error atrás, costó dos puntos.
- Tejera sale al rescate. Se lo merecía. Es posible que el que más. Porque en este inicio de temporada, Sergio ha enamorado a todos los aficionados azules. El centrocampista del Real Oviedo volvió a cerrar un partido sobresaliente. Esta vez en un partido de categoría, de esos que quedan en la memoria de todos. Y Tejera apareció cuando lo hacen los más grandes. En el descuento, llegando desde la segunda línea y con un disparo que, con algo de fortuna, se coló en la meta rival. Un gol que podría valer su peso en oro.
- Álex, de héroe a villano. Y esa pizca de suerte llegó después de que el balón rebotase en Álex Fernández. El futbolista del Cádiz probó los dos sabores que permite el fútbol. Primero el dulce, tras poner en las mallas de Alfonso el tanto que colocaba a los gaditanos por delante. Un penalti perfectamente ejecutado y una celebración que no dejó indiferente a nadie. En el descuento, llegó lo amargo. Tejera disparó, y el balón tocó en el propio Álex, lo cual ayudo a que la pelota acabase dentro. Cosas de este deporte.
- Un punto para Junio. El empate cosechado en el Carranza deja varias cosas. Lo primero son las sensaciones. Inmejorables. Lo segundo, la moral bien alta, ya que después de dos semanas fuera, el equipo sigue invicto. Y quizás hay una tercera, que son parte de los deberes hechos para junio. Porque a final de temporada, los duelos directos pueden ayudar o perjudicar. Y no hay ninguna en que este empate deja al Oviedo en una muy buena posición frente a un rival directo. Es verdad que van tres jornadas, que todo esto son hipótesis, sí. Pero mejor así que con una derrota.