El partido del Sporting contra el Extremadura se puede decir que fue una copia casi exacta de lo mostrado justo una semana antes ante el Gimnastic. Una primera parte errática con fases de juego malo y una segunda tremendamente prometedora. Aunque esta vez se contó con la ventaja de enfrentarse a un rival que «jugó» con diez.
Empezando desde abajo hacia arriba empezaré por los jugadores, que en su mayoría mostraron la otra cara de su juego. En el primer partido en casa Cofie demostró ser un gran pivote defensivo, venciendo en todos los duelos, recuperando muchos balones y perdiendo pocos. Sin embargo en este partido fue incapaz de ganar un duelo a Enric Gallego que peinaba todo lo que caía a su zona. Tampoco pudo recuperar muchos balones importantes y perdió bastantes balones por su torpe juego con el pie. Andre Sousa mostró mucho dinamismo y presencia en el primer partido en casa, en este sin solo fue capaz de aportar en la segunda parte y tras la expulsión de Djalo (que debería haber sido expulsado antes) que fue bien forzada por Djurdjevic.
Por el lado positivo del partido hay que señalar al serbio, que mejoró sus prestaciones en este partido. Participó mucho en el juego en combinación y de espaldas, aunque estuvo aun más errático cara a portería que el primer dia. Mención aparte merece Carmona que enseñó toda la lista de virtudes de su juego cuando está liberado de tareas y puede hacer lo que, literalmente, le da la gana por el césped.
Yendo hacia arriba en el estamento del club nos encontramos a Baraja. El técnico vallisoletano supo dar mas ritmo en el descanso aun manteniendo el 11, una faceta que no había mostrado hasta ahora en la temporada. Por encima del vallisoletano nos encontramos a Miguel Torrecilla. En su rueda de prensa para analizar el mercado de fichajes se podía apreciar su satisfacción con el trabajo realizado en verano. Sin duda fichajes como Sousa, Lod o Djurdjevic son de un nivel muy alto para Segunda División y puede estar orgulloso incluso de su incorporación. Pero la prudencia es importante e hizo bien el director deportivo en serlo, ya que si luego fichajes que son incógnitas por ahora como Blackman, Cofie (por la densidad de partidos) o Peybernes no rinden bien sera un problema importante.
Sin embargo es normal que el Sporting muestre estas dos caras en todas sus facetas como club. Teniendo como cabeza principal del mismo a Javier Fernandez. Una persona el máximo accionista cuya gestión económica de un tiempo a esta parte aparenta ser buena y no debería tener mucha crítica o censura. Pero que en su día mantuvo a Alfredo García Amado, hoy día en el Córdoba CF, en su puesto de Director General. Eso fue, es y será, una mancha imborrable en su historial.