ANÁLISIS| Problema en las nubes
En apenas seis partidos, el Real Oviedo ya ha perdido cuatro puntos en acciones de estrategia. Por contra, aún no hacho ningún gol a balón parado
El arranque de temporada deja a las claras dos cosas dentro del Real Oviedo. La primera quizás sea la más impactante. Los de Juan Antonio Anquela se encuentran mejor a domicilio que en el Carlos Tartiere. Situación nueva para los azules, que vio cómo en temporadas pasadas se escapaba el ascenso, o al menos el playoff, en los encuentros fuera de casa. Este año, o al menos en lo que llevamos de él, el equipo ovetense ha sumado más de dos tercios de los puntos en otras ciudades. El segundo aspecto es más común, aunque no por ello menos sorprendente. Al Oviedo le cuesta mantener el tipo en el balón parado.
Si hace apenas unos meses contábamos que los azules se sustentaban gracias a la estrategia, esta temporada el discurso ha cambiado. El Oviedo ha encajado, en seis jornadas, tres goles en este tipo de acciones. Tantos que ya han costado cuatro puntos, y todos ellos en el Carlos Tartiere. Una situación que impide al equipo estar mucho más arriba en la tabla. Acciones que el equipo debe trabajar para evitar nuevos fiascos en el futuro.
El problema ya viene de lejos. En concreto, desde el primer partido. Tras una primera parte sensacional, con mucho balón y multitud de ocasiones, el Oviedo dejó escapar dos puntos ante el Extremadura. Fue en un saque de esquina, en un despiste defensivo, donde los extremeños lograron sacar oro. Dos puntos menos. La semana siguiente, en Córdoba, los de Anquela volvieron a encajar a balón parado. No pasó nada en cuanto a puntos, ya que los asturianos acabaron llevándose el encuentro. Eso sí, la sensación de preocupación en este tipo de acciones era más que evidente.
El Elche como último precedente
El conjunto ilicitano fue el último en ‘robarle’ puntos al Real Oviedo. En la primera acción del partido, los de Pacheta encontraron la red azul. En un saque de esquina en corto, con una defensa no muy bien colocada, el balón llegó a la zona del segundo palo. Allí estaba Manu Sánchez, que de cabeza hacía el primero. Una indecisión de Alfonso y un despiste de Folch en la marca costaron muy caro. Otros dos puntos menos, y otra vez en el Carlos Tartiere.
Esto es fútbol y LaLiga 1|2|3. Y todos saben que cualquier error puede pagarse muy caro. De hecho, sin este tipo de goles, el Oviedo tendría cuatro puntos más. Es decir, sería tercero, dos puntos por debajo del líder. Son solo ese tipo de ‘juegos’ que se pueden hacer a posteriori, pero llaman notablemente la atención. Aún hay mucho tiempo para corregir este tipo de acciones, pero es algo que, pese a llevar seis partidos, empieza a preocupar.