El Sevilla FC consiguió derrotar a la SD Eibar en esta séptima jornada de La Liga Santander en un partido muy disputado. El partido se podía caer hacia el lado de cualquier equipo, y ha sido el primero que ha golpeado quien se lo ha llevado. Parecía un partido de los de antes. Mucho trabajo en el centro del campo en un Estadio de Ipurúa dónde el sol hizo acto de presencia. Mucho ambiente en las gradas ante 5.443 personas que disfrutaron de un encuentro vibrante.
El partido comenzó intenso y con ritmo. El Eibar salió con todo y se comió al Sevilla en los primeros minutos. Ya en el minuto 2 el Eibar tuvo una ocasión con un disparo de Hervías que se fue centrado a las manos de Vaclík. Poco más tarde, tras un par de córners peligrosos, un lanzamiento de falta de Orellana se fue lamiendo el poste. En el minuto 12 fue el Sevilla el que la tuvo. Recibió Sarabia un balón filtrado pero su definición fue desastrosa, sin causar casi inquietud a Dimitrovic.
A partir de entonces la primera parte se convirtió en un toma y daca continuo pero sin ninguna ocasión clara para ninguno de los dos equipos. Por parte del Eibar destacar a un voluntarioso Hervías que lo intentó con dos disparos sin demasiada fortuna, un remate de Diop desde fuera del área que se fue por encima del larguero y un remate de Bigas a la salida de un córner que también se le fue arriba.
La más clara la tuvo el Sevilla. De nuevo Sarabia, que esta vez enganchó el balón con una potente volea desde media distancia que salvó de forma magistral Dimitrovic. Con esto se llegó al descanso, siendo el resultado justo ante un partido muy peleado en la medular.
La segunda parte de nuevo comenzó con mucha energía. Esta vez disparó el Sevilla. Y acertó. En el minuto 47 André Silva abre a banda al principio de la jugada, para acabar llegando al área y en un gesto de altísima calidad, rematar de tacón un centro de Navas y ponerlo fuera del alcance de Dimitrovic.
El Eibar intentó reaccionar lo más rápido posible. Hervías y Orellana pusieron sendos centros al área sin encontrar rematador. En el minuto 55 llegó una ocasión más clara. Un centro de Rubén Peña que remató desde el punto de penalti Sergi Enrich, pero se le escapó ligeramente alto.
2 minutos más tarde llegó el golpe definitivo. Estrada Fernández señaló un penalti por mano clara de Cote. Sin titubear, Éver Banega batió a Dimitrovic y marcó el 0-2. En la celebración del gol, la valla qué soportaba a los aficionados sevillistas cedió, provocando una parada en el partido para que entrasen las asistencias. Fueron varios los aficionados que tuvieron que ser evacuados de las gradas.
En la reanudación, ambos entrenadores realizaron sustituciones de cara a buscar una reacción por parte del Eibar, y adormilar el partido el Sevilla. El Eibar consiguió lo que buscaba al principio, y Charles desperdició una clara oportunidad enviando un balón filtrado por encima del larguero.
El partido se fue aletargado y con los 9 minutos de añadido llegó la locura final. Primero el Sevilla, mediante un disparo muy lejano de Banega coloco el 0-3 en el marcador en el 94. El argentino enganchó un balón desde más de 30 metros en el que Dimitrovic no pudo hacer nada. Ya en el 98, Joan Jordan consiguió batir a Vaclík por bajo. El mediocentro recortó en el pico del área hacia dentro, y sacó un disparo seco a la base del primer palo que fue imparable para el meta sevillista.
De esta forma, Estrada Fernández puso el punto final a un partido en el cual el Sevilla cosechó 3 puntos muy importantes en un partido con dos partes muy diferentes. Una primera muy disputada y una segunda que decantó rápidamente a su favor con una salida de vestuarios apabullante.
