Tres salidas, tres derrotas y tres goleadas. El Córdoba CF está sufriendo desde que rodó el balón para ellos el pasado 18 de agosto y, a pesar de que aún no ha llegado ninguna victoria en liga regular, cada vez que se aleja de su feudo recibe una lección de lo que no se debe hacer sobre el césped.
¿Qué está pasando?
Con un 3-0 en Albacete y Málaga, los cordobesistas esperaban un cambio de dirección en su visita a Los Cármenes pero una vez más la realidad se opuso a su sueño. Dos goles blanquiverdes consiguieron maquillar una goleada por 4-2, que como decía Sandoval pudo ser peor si no llega a estar Carlos Abad bajo palos. Tal vez en La Rosaleda el equipo dio un imagen distinta, pero la receta que se ha dado básicamente ha estado fundamentada en la desgana y falta de fútbol.
Sandoval ya no sabía ni qué decir en la rueda de prensa tras la derrota frente al conjunto nazarí y es que el entrenador posiblemente no sea el problema en esta ecuación, sino una plantilla que se está acomodando. El técnico tendrá que pasar un examen final frente al Almería el próximo sábado en el Nuevo Arcángel, por lo que su continuidad pasará por encontrar la primera victoria de la temporada.
Los números son claros y la última posición del Córdoba CF, además de ser el conjunto más goleado una vez más, demuestran que el fútbol que se está viviendo en tierras cordobesas no es para la categoría de plata. Muchas cosas deben cambiar en la entidad blanquiverde, empezando por la actitud de los jugadores, sobre todo fuera de casa, pero lo que está bien claro es que si no comienzan los cambios ya, no se volverá a ver un milagro como el de la temporada pasada.