Se corta la racha con derrota en Rusia
Primera derrota europea de un Sevilla en el que las rotaciones acabaron por costarle caro
El partido comenzó con los locales presionando muy arriba al Sevilla buscando robar rápido para crear peligro. Así llegó el primer disparo con peligro de los rusos a cargo de Claesson tras una mala entrega de Banega. Durante los primeros minutos la intensidad del Krasnodar era la nota predominante y eso hacía que dominaran el juego sin necesidad de tener siempre el balón.
El Sevilla poco a poco se sacudía algo el dominio e intentaba llegar arriba con cierto peligro, pero lo hacía en contadas ocasiones. La ocasión más clara la tuvo Muriel en un centro perfecto de Arana, pero el colombiano no estuvo acertado. Seguían los locales insistiendo en esa presión para llegar al marco sevillista. En un córner la iba a tener Mamaev que peinaba el balón para estrellarlo en el larguero.
La más clara la iba a tener el Krasnodar en el minuto 24, en un disparo claro al borde del área a cargo de Kaboré, de nuevo el larguero iba a salvar a un Vaclik batido. A rair de estas dos ocasiones parece que el equipo español despertó un poco y empezaron a dominar algo más el juego, Banega empezaba a aparecer un poco y eso lo notaban los de Pablo Machín.
Pero sin duda la mejor noticia de la primera parte iba a llegar al filo del descanso. En una jugada ensayada en un lanzamiento de esquina a cargo de Banega, el argentino iba a buscar por bajo el punto de penalti a Nolito que iba a meter el 0-1 con la ayuda de Kaboré que desvió el balón lo justo para que el portero local no pudiera hacer nada. Se iba a marchar el Sevilla ganando al descanso tras una primera parte con más sombras que luces y con un Krasnodar que mereció mucho más en esta parte, pero que le faltó acierto en los metros finales.
En la segunda mitad el Krasnodar iba a tener que arriesgar más para intentar empatar un partido que se la había complicado en los primeros 45 minutos con ese gol al final. Salió con esa intención y tuvo esa oportunidad del empate en una doble ocasión de Claesson, primero remató de nuevo al larguero y a los dos minutos no supo definir en el mano a mano con Vaclik.
El Sevilla empezaba a sentirse cómodo en el encuentro y controlaba algo más el juego, sí es verdad que no llegaba arriba con fluidez, solo Muriel en un cabezazo puso en aprietos al portero ruso. Y cuando el Sevilla parecía que controlaba más el partido iba a llegar el empate, a cargo de un Pereira que llevaba 3 minutos en el campo y que le dió la vuelta a todo.
Al gol respondió Machín metiendo a los titulares, entraron los André Silva, Ben Yedder y Mudo Vázquez, y por fin reconocimos al Sevilla de los últimos partidos. Primero Promes tuvo el 2-1 delante del portero y después Mudo la tuvo hasta en tres ocasiones, pero no pudo definir en ninguna de ellas. Pero de nuevo se iba a repetir la historia, cuando mejor estaba el Sevilla llegaría el gol de la remontada rusa, con un gol de chilena de otro recién salido al campo Okriashvili, a sólo 5 minutos del final.
Sin tiempo para más se iba a consumar la primera derrota europea del Sevilla este año en un partido muy raro, con demasiadas rotaciones de un equipo que venía jugando con un once muy reconocido y que lo notó. Dentro de lo raro del partido, lo más extraño fue que perdió cuando mejor estaba y fue ganando cuando estaba siendo dominado por el rival, al final remontó el Krasnodar que en computo general mereció los tres puntos. Por el Sevilla poco que resaltar y mucho trabajo de Pablo Machín con los menos habituales, porque la diferencia entre titulares y suplentes es demasiado evidente.
@juanmajurten