El Glorioso nunca se rinde

Primera parte

Salieron los equipos como se esperaba. Los blancos mandando y los locales defendiendo y trabajando, como siempre. Dos «ocasiones» de los merengues en los primeros 5 minutos. Un tiro lejano y blandito de Benzemá y otro de Ceballos que mandó a corner Pacheco sin problemas.

Minuto 10 y Ramos dio un codazo a Calleri y el trencilla pitó falta del delantero.

El Madrid tenía más posesión y los babazorros sufrían para detener las acometidas blancas, pero la parte central del campo estaba bien ocupada por los locales y los blancos solo inquietaban con centros laterales. Llegamos al minuto 20 cuando, con otro balón largo, Laguardia envía el balón a la espalda de la defensa y Jony no controla el balón cuando se quedaba solo ante Courtois.

Posesión para el Madrid, pero el Alavés trabajaba para generar errores en la salida del balón de los blancos y tras robo entrar por velocidad en el área rival. Así llegó una doble ocasión vasca en el minuto 27 donde el balón se paseó dos veces ante la portería blanca sin que pudiera rematarlas Ibai Gomez.

Los babazorros durante unos minutos ejercieron una presión alta que puso en serios problemas a los blancos para llegar al centro del campo sin errores en la salida del balón.

Dada la falta de jugadores zurdos en el Madrid, el único era Bale pero jugaba a banda cambiada, Odriozola entró una y otra vez por la derecha y poniendo balones al área, pero el glorioso vio que defendiendo bien esos centros, tenía bastante hecho en defensa.

Poco antes del descanso, se cumplieron 6 horas de los blancos sin marcar, y a raíz de aquí los locales consiguieron aguantar más el balón y terminar sin sustos la primera parte.

Segunda parte

Volvieron de los vestuarios con los locales intentando tener más el balón y los merengues con Mariano en lugar de Benzema.

El Alavés generaba peligro por la izquierda de su ataque con duelos de velocistas entre Odriozola y Jony. Los madridistas jugaban a lo que saben, y llevan haciendo mucho tiempo, pero sin resultado.

En el minuto 63 entró en el campo Asensio, con lo que los blancos volvieron a su dibujo más habitual y reconocible,  el 4-3-3. Algo que hizo Abelardo 4 minutos más tarde quitando a Ibai Gomez y dando entrada a Sobrino, volviendo al 4-4-2 reconocible pero con superioridad en el centro del campo, que es lo que buscaba desde el inicio.

El partido discurría en los mismos términos, con dominio blanco y defensa y trabajo local hasta que en el minuto 77 tras un pase en profundidad, Jony se presentó delante de Courtois pero el disparo salió pegado al palo. La mejor ocasión del partido.

Bale tuvo que ser sustituido por Vinicius cuando el galés sufrió molestias en el aductor que ya veremos como evoluciona.

El Alavés tuvo dos entradas en velocidad en las que Jony no pudo o no supo finalizar adecuadamente, cuando Calleri y Brasanac estaban en mejor situación de disparo.

5 minutos indicó de alargue el cuarto árbitro tras los cambios y las asistencias a Pacheco tras un choque con Mariano y Maripán tras su lesión. Insuficiente para los blancos, demasiado para los albiazules. Pero hete aquí que tras un balón peleado por Jony, éste botó el saque de esquina, Sobrino ganándole la espalda a Nacho, remató a puerta ante lo que solo puede desviar Courtois y Manu García remachó a gol con un testarazo que vale 3 puntos y llevó al éxtasis a la parroquia alavesista. El capitán vuelve a dar mucho más aire al Glorioso.

El equipo del Alavés ganó a los jugadores merengues, esa es la explicación del partido.

Comunión entre la grada, los jugadores y el cuerpo técnico. Tanto los primeros, animando hasta la extenuación, como los artistas, se merecieron la victoria ante un Madrid al que se le apagaron las luces cuando el balón tocaba el área. 6 horas y 49 minutos sin marcar llevan los blancos.

El himno alavesista atronó en el estadio cantado por las 19461 gargantas alavesistas al acabar el encuentro. El matrimonio equipo/afición tiene visos de ser de los que duran mucho si las cosas siguen así.