Ferrari hace a Hamilton virtual campeón en Suzuka
La carrera más aburrida de Hamilton en toda la temporada. Salió desde la pole y nunca abandonó la primera posición. Y Ferrari, pilotos y equipos cometiendo errores para descartarse por el título.
Hay columnas de opinión como estas que son como su propio nombre indica, para opinar. Pero es que este GP de Suzuka ha sido tan exageradamente brillante para Mercedes, como desastroso para Ferrari, en ambos casos por méritos propios, que las declaraciones de los implicados este fin de semana ya describen lo que sucede.
«Chicos, estáis ahí? Hace tiempo que no me decís nada«. Esa frase de Hamilton a su ingeniero de pista a mitad de carrera, ilustra lo que fue un fin de semana perfecto. Dominando los libres en tandas largas y cortas, clasificando el primero el sábado con la estrategia perfecta. Y en carrera manteniendo siempre unos cómodos 5-8 segundos con su compañero de equipo. El nuevo tren trasero y especial las nuevas llantas parece que han logrado solventar cualquier problema de manejo de los neumáticos, tan críticos en la F1 de hoy en día.
«Lo que ha sucedido es inaceptable». Así se expresaba Mauricio Arrivabene tras la desastrosa estrategia de salir con intermedios de lluvia en la Q3 y que precipitó un pésimo noveno puesto para Vettel. También hay que decir que el alemán metió la pata en Spoon en clasificación y que parte del desastre fue culpa suya. Y es que una vez tras otra, Vettel demuestra que es un magnífico piloto –remontó hasta la cuarta posición en muy poco tiempo– pero que cuando tiene que luchar, le pueden los nervios. Su intento de adelantamiento a un de sobra conocido Max Verstappen de nuevo en Spoon, lo evidenció. Las normas son claras: hasta que un coche que te intenta adelantar no ha sobrepasado tu posición, la trazada es tuya. Y eso hizo Verstappen, siguió su trazada y destrozó el pontón lateral del Ferrari cuando este le intentó meter la rueda pero sin distancia para superarle antes del vértice de la curva. ¿Podría Verstappen haberle dejado espacio? Naturalmente, pero él no infringió ninguna norma y así lo atestiguaron los comisarios, que lo declararon un lance de carrera.
Todo el mundo en el paddock se pregunta como unos coches como los Ferrari, que estaban claramente por delante de los Mercedes a mitad de temporada, pueden, de pronto, volver a estar tan atrás. En Ferrari no hablan de ello, pero la semana pasada se filtró a la prensa que la FIA, investigó la batería de Ferrari y al darse cuenta de que realmente son dos piezas, obligó a montar un segundo sensor, para tener uno por lado. Estos sensores son los que le permiten a la FIA saber que los aportes extra de potencia de la mecánica híbrida están dentro de la reglamentación. Recordemos que la potencia máxima permitida es de 160 CV y la aportación de energía de 4000 Kj por vuelta. Y precisamente en este último parámetro es donde mucha gente ha empezado a pensar que esa aportación era mayor y que los motores Ferrari podrían haber estado aportando esos 160 CV pero durante más tiempo por vuelta que el resto de los rivales, ya que justo cuando colocan el nuevo sensor, el rendimiento de los coches italianos cae drásticamente. No hay ninguna prueba de que esto haya sido así, y quizá nunca nos enteremos, pero no deja de ser llamativa la correlación.
Los Red Bull jugaron sus cartas bastante bien durante el fin de semana, a sabiendas de que no era un circuito especialmente propicio para ellos, que ya sueñan con tener un maravilloso motor Honda del que más tarde hablaremos. Verstappen decidió que la mejor manera de quedar por delante de los Ferrari era echarlos de la pista y metódico, fue golpeando primero a Raikkonen y luego a Vettel. Su choque con el finlandés fue castigado con lo mínimo que se despacha en la F1 actual: 5 segundos de penalización, que no impidieron que Mad Max subiese al cajón para acompañar a los Mercedes. Ricciardo, consistente como de costumbre, logró acabar por detrás de su compañero.
La actuación de Force India fue muy buena todo el fin de semana, demostrando el buen ritmo de desarrollo que ha logrado el coche. Realmente es algo llamativo, una compañía que ha quebrado este año, que se ha reinventado y que haya podido poner en pista coches tan sólidos como los actuales. Pérez este fin de semana pudo quitarse la espina y acabar por delante de su compañero Ocón, injustamente expulsado de Force India sólo para hacer hueco al hijo del nuevo jefe el año que viene, Stroll. De cualquier manera, las cosas podrían haber sido distintas si Ocón no hubiese ido demasiado rápida con bandera roja el sábado en la clasificación. Hizo mejor tiempo que Pérez, pero le castigaron con tres posiciones, que en un trazado como Suzuka bien podrían haber mostrado un orden diferente en la llegada a meta de los coches rosas.
Los chicos de Honda corrían montados en los Toro Rosso en su gran premio de casa. Hicieron una excelente clasificación, que metió a ambos coches en la Q3 por primera vez desde hace mucho tiempo. Un nuevo modo motor que logra entregar más potencia y de forma más controlable, parece ser el responsable. Pero recordemos que los motores Honda híbridos, presentaban tres problemas: Potencia, fiabilidad y consumo. El primero de ellos parece que, al menos en clasificación está solucionado. La fiabilidad, aun siendo mejor que en general en los últimos tres años, es una incógnita, porque cambian motores con frecuencia, aunque les lleve a penalizar. No olvidemos que este año, los Toro Rosso hacen de laboratorio para Red Bull. Y con seguridad, el problema del consumo sigue ahí, razón más que probable para su mal resultado en carrera. Ambos pilotos estuvieron perdidos toda la carrera, al fondo del pelotón.
Y en cuanto al resto, pues pocas novedades, flojos todo el fin de semana los Sauber, sin ritmo los Renault, que ven como el resto de sus rivales de la zona media se les escapan y pésimos los McLaren, que ya han ganado la última plaza a los Williams. Los Haas tuvieron un resultado muy diferente, con un gran Grosjean que fue séptimo, entre los dos Force India y un terrible Magnussen que clasificó fatal y que colisionó con Leclerc, destrozando su coche y abandonando. «Es y siempre será un estúpido» dijo Leclerc por radio. El jefe de equipo de Sauber Vasseur pidió a la FIA que de una vez por todas tome acciones contra Magnussen antes de que haya un accidente más grave que lamentar. El danés sigue haciendo amigos allí por donde pasa.
El campeonato parece sentenciado. Ferrari así lo ha querido. La perfección germánica contra los nervios italianos. Sólo falta por ver la respuesta de Vettel en las próximas carreras, que ya sin presión, promete ser buena. Y es que como esta columna va de citas, me despido con una de Fernando Alonso sobre Vettel: «Ya veremos cuando tenga que defender los títulos contra un rival con un coche a su nivel»
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Fotos: f1.com