La oportunidad de Max Verstappen
El objetivo en mente de Max Verstappen está claro. Tras una temporada 2018 de claros y oscuros, todo se basa en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de las próximas temporadas, y lograrlo junto a Red Bull Racing y Honda. La nueva mezcla proveniente de Austria y del "sol naciente", que quiere encumbrar a Max dentro del olimpo de la F1. La oportunidad de su vida.
Max Verstappen está en la quinta posición del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 tras sumar seis podios en la temporada. Entre ellos, se incluye su magnífica victoria en el Gran Premio de Austria. En la otra cara de la moneda, se encuentra su inicio irregular de 2018, aunque lo ha ido solventando. Las buenas sensaciones buscan predecir lo que podrá hacer en 2019, cuando Red Bull y Honda se unan en el mismo proyecto y el holandés sea el jefe de filas con una gran oportunidad.
De menos a más
Para hacer una valoración del #33 hay que empezar por el principio: el año 2018 de Max Verstappen está lleno de claros y oscuros. Empezó dubitativo, quizá influenciado por encontrarse lejos de Ferrari y Mercedes, e intentó compensarlo con maniobras agresivas. El resultado fue pésimo: en Albert Park patinó cuando era perseguido por los Haas, en Bahrein se tocó con Lewis Hamilton en las primeras curvas y se llevó la bronca del inglés. En China tuvo un golpe tras divebomb con Sebastian Vettel, con la posterior reacción del alemán. El culmen del esperpento fue en Bakú, cuando se accidentó con Daniel Ricciardo, su compañero de equipo en Red Bull.
Fue un momento de llamada de atención. Helmut Marko y Christian Horner le apercibieron. Se alcanzó verdadera tensión, pues se especuló con la salida del equipo de la fábrica de bebidas energéticas. Pero hubo reacción. Menos en Mónaco -circuito donde no consigue rendir-, sumó una buena cantidad de podios. Y su gran momento, exhibiéndose en Austria y logrando su cuarta victoria como piloto de la F1. Fue sorprendente, pero magnífica, y dio una nueva clase de pilotaje.
El cambio fue radical. En la segunda parte del año ha tenido algunos fallos, pero está acabando las carreras entre los mejores. Superando completamente a su compañero Ricciardo y en quinta posición de la tabla. Además, se ha refrendado que Red Bull apuesta por él, ya que le han renovado para el debut con motores Honda. La vista ya está puesta en 2019.
El futuro se escribe en japonés
Red Bull une su futuro a partir de 2019 con un nuevo suministrador de motores. Se juntan a Honda, que este año ha tenido una experiencia con Toro Rosso. Max Verstappen será su jefe de filas, ya que Ricciardo ha abandonado el nido rumbo a Renault. El poder del neerlandés será total y más de lo normal, pues su compañero de equipo es Pierre Gasly, que sube desde el filial. Con esto se saca en claro que del acuerdo entre la fábrica de Milton Keynes y la marca japonesa se pretende construir proyecto a partir del prodigio.
La idea es una obviedad, el cometido de Verstappen pasa por ser campeón del mundo. Antes o después, pero la apuesta está encima de la mesa. Honda quiere llevar al de los Países Bajos a lograr un objetivo tanto ambicioso como realista. Evidentemente, tienen que cambiar muchas cosas en los del país del sol naciente, pero Red Bull se ha unido por unos motivos claros: ven la opción abierta. La confianza entre las dos partes deja un panorama propicio, pero necesitan alcanzar a Mercedes y Ferrari.
Si fuese imposible, Verstappen podría haber optado por otras vías. Ferrari tuvo dudas para su segundo asiento, y desde Italia nunca escondieron el interés. Además, de quedar libre, es uno de los nombres que todos los equipos quieren conseguir. La renovación significa confianza mutua, al contrario de lo ocurrido con Ricciardo. El australiano cree que la oportunidad de su vida pasaba por seguir de la mano de Renault. El tiempo dirá quién tiene la razón. De primeras, uno cae en un equipo de mitad de la tabla y otro en manos de un motor lleno de contratiempos.
Mi valoración personal es clara: llega el sol naciente para Max Verstappen. La oportunidad de poder hacer historia y levantar la moral de una marca. En un clima teóricamente adecuado y con la suficiente experiencia. Las dudas no salen de sus manos, saldrá de su máquina, pero si Red Bull ha querido esta unión hay confianza en el objetivo. No se olviden de Max, tiene un plan que cumplir.
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