La carrera astur | Pk.9: El Sporting agudiza su crisis; el Oviedo repite errores
Los rojiblancos no pasan del empate frente al Reus en El Molinón, en un partido marcado por la polémica arbitral y las protestas del público, mientras que los carbayones vuelven a caer a balón parado en su visita al Wanda Metropolitano
Noveno fin de semana de competición para Sporting y Oviedo que no se ha saldado con buenos resultados. Pero más allá de éstos, vuelven a preocupar las sensaciones y el juego mostrado. El Sporting sumó un punto -y gracias- frente al Reus Deportiu en un Molinón que mostró antes, durante y después del choque su descontento. Especialmente contra la figura de Rubén Baraja. Y es que la desconexión del entrenador vallisoletano con su afición es total y con pocas posibilidades de reconciliación.
Pero peor le fueron las cosas al Real Oviedo. En su visita al Wanda Metropolitano acompañado de más 3.500 aficionados azules, los de Juan Antonio Anquela volvieron a dar la de arena. Cayeron en el último suspiro en un mal encuentro en el que repitieron errores pasados. Especialmente la defensa del balón parado, que está siendo una auténtica sangría de puntos para el cuadro carbayón esta temporada.
Un punto y gracias
- El Molinón estalla: Hacía varias temporadas que no se veía un ambiente tan hostil en El Molinón como el pasado sábado. La afición pitó y abucheó el juego del equipo antes, durante y después del partido. Se mostró muy disconforme con el juego del equipo, con el planteamiento y con los continuos errores. Especialmente pagó sus iras con Rubén Baraja, figura que el estadio de forma unánime pidió su salida del club. La rueda de prensa del vallisoletano posterior al partido, lejos de calmar las aguas, las ha revuelto más. La relación actual es prácticamente irreconciliable.
- Pólvora mojada: Pero la realidad del encuentro, con todos los reparos que se le deben poner al juego del Sporting, es que mereció llevarse el partido. Por juego -pues fue el único de las dos escuadras que propuso algo sobre el verde- y por ocasiones. Pero nuevamente volvió a adolecer de falta de pegada. Se erraron varias ocasiones claras, incluso un penalti. Djurdjevic está empezando a agotar su crédito, porque si bien en otras ocasiones no disponía de ocasiones, el sábado si dispuso de varias y no supo concretar ninguna.
- Un arbitraje lamentable: Con todo ello, el Sporting debe mostrar agradecimiento al balear Varón Aceitón. Con un arbitraje muy desacertado permitió al club rojiblanco rescatar un punto en el descuento gracias a un penalti que, cuanto menos, ofrece un mar de dudas. Ya en la primera parte había señalado otra pena máxima totalmente inexistente que erró Djurdjevic con un mal lanzamiento que despejó Edgar Badía. El enfado de la expedición ganxet era, con razón, de aúpa.
- Baraja se juega el puesto: El entrenador rojiblanco tiene su primera gran reválida esta próxima semana. Con una gran mayoría de la afición en su contra, Miguel Torrecilla se mantiene firme en mantenerle en su cargo. Pero el salmantino tendrá muy complicado seguir haciendo eso si esta semana no llega una mejoría en juego y resultados, pues la afición también está empezando a clamar contra el propio director deportivo. El Sporting tendrá jueves y domingo un doble compromiso a domicilio. De Copa en el Metropolitano y en Liga en el Ramón de Carranza. Si no hay mejoría y/o resultados, la caída de Baraja es prácticamente un hecho.
La historia interminable
- Decepción mayúscula. Era el encuentro marcado en rojo para todos. La oportunidad de desplazar una importante masa de seguidores oviedistas a uno de los mejores feudos del mundo. Para muchos, el partido del Metropolitano era la salida del año. Y, desde las horas previas, quedó muy claro. Más de 3.500 carbayones acudieron a la capital de España para teñir de azul las gradas de un estadio que registró su mejor entrada de la temporada (en Segunda, con el Rayo Majadahonda como local). Pese a ello, todos los seguidores regresaron a sus casas sumidos en una gran decepción que llegó el descuento, con un tanto que privó al Oviedo de puntuar. Una desilusión que se plasma también por la imagen mostrada por el equipo y sus problemas para hacer gol.
- La falta de gol preocupa. Lo venimos diciendo. El Oviedo genera, pero no remata. Y ayer volvió a quedar constancia de ello. Los azules dispusieron de varias acciones claras de cara a puerta, pero ninguna de ellas acabó en la red. Los azules remataron un total de once veces en los noventa minutos del encuentro, pero en ninguna ocasión lograron dirigir el balón entre palos. Los problemas de cara a puerta empiezan a ser preocupantes.
- Otra vez a balón parado. El Rayo Majadahonda se unió ayer a Extremadura, Córdoba, Zaragoza y Elche. Equipos que le hicieron y, en muchos casos, quitaron puntos al Oviedo con goles a balón parado. Ayer, en un saque de esquina, en el último suspiro, el conjunto de Juan Antonio Anquela volvió a sucumbir. Y ya son muchos puntos los que se han dejado por el camino. Un problema nuevo, con el que pocos contaban después de lo visto la pasada campaña. La solución tiene que buscarse de inmediato.
- Si Berjón no tiene el día… Ayer, en el Wanda Metropolitano, quedó claro que el Oviedo tiene una dependencia absoluta en Saúl Berjón. Cuando al canterano no le salen las cosas, los azules sufren. Si está de gracia, el equipo asturiano siempre se aprovecha. Que Saúl es el mejor no lo discute nadie. Pero que el Oviedo necesita a más futbolistas que tiren del carro tampoco. Y que lo hagan en ese sentido. En el de que si Berjón no tiene el día, sea otro quien asuma el papel de líder.