Karim Benzema vive una de sus etapas más complicadas en el Real Madrid. Con la salida de Cristiano Ronaldo el pasado verano, los focos mediáticos han caído sobre él y Gareth Bale, los supuestos herederos de la dinastía que marcó el portugués en el club. Unos focos que exigen goles, y es algo en lo que el francés está sufriendo mucho.
En la victoria ante el Viktoria Plzen, Karim Benzema se convirtió en el cuarto máximo goleador de la UEFA Champions League tras superar a toda una leyenda del fútbol holandés, Ruud Van Nistelrooy. Su cabezazo para batir a Ales Hruska a pase de Lucas Vázquez confirmó que, a pesar de todo, es uno de los mejores goleadores de la máxima competición europea con 57 goles. Por delante, sólo aparecen Raúl, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Los 71 del delantero español no aparecen muy lejos, los 105 del astro argentino sí.
Karim Benzema se llevó en repetidas ocasiones los cánticos de apoyo de la afición del Estadio Santiago Bernabéu, aunque al final tuviera que escuchar los pitos a los que ya tan acostumbrado esta. El francés es un delantero centro diferente, que prima más el buen juego y la asistencia a los goles. Una faceta que hasta el propio jugador reconoce que debería mejorar. La racha goleadora en la que estaba metido hablaba por sí sola.
En una crisis goleadora demostrada del Real Madrid que llegó a estar, sumando todos los minutos de los partidos jugados, hasta ocho horas y un minuto sin conseguir batir a los porteros rivales, Karim Benzema es el más señalado. 563 minutos del francés sin alimentarse del gol, o lo que es lo mismo, nueve horas y 24 minutos. Desde el dos de septiembre, con un doblete al Leganés, no encontraba puerta. Y ha jugado ante Athletic Club, Roma, Espanyol, Sevilla, Atlético de Madrid, CSKA Moscú, Alavés y Levante. Mucho tiempo sin marcar.
El Estadio Santiago Bernabéu sabe de las habilidades de Karim Benzema. Ha marcado goles importantes, como en la final de la UEFA Champions League de la pasada temporada ante el Liverpool, o como esa corrida por la línea de fondo regateando a tres defensores del Atlético de Madrid en el Estadio Vicente Calderón para acabar en una jugada de gol de Isco. El francés es un delantero único, de esos de peligro de extinción, y el madridismo está deseando que vuelva la mejor versión de un Karim que ya ha deslumbrado a su público esta temporada, con el inicio fulgurante contra Getafe, Girona y Leganés.