Llegamos al primer cuarto de competición, y con ello aparecen las primeras notas del año. para periodistas, profesionales y aficionados. Y, según parece, Oviedo y Sporting aprueban raspado. Y llegan a ese suficiente porque los dos siguen dentro de la lucha por el play-off. Pero tampoco llegan al notable por las sensaciones que están dando sobre el césped. Ninguno de los dos ha logrado convencer, de forma regular, sobre el terreno de juego. Es verdad que han tenido fases muy buenas, pero en general, carbayones y sportinguistas no han llegado, o esa sensación da, al mínimo que se les pide.
La historia interminable
- Un once con varias novedades. La noticia saltaba a eso de las tres de la tarde. Juan Antonio Anquela daba a conocer su once, y saltaba la sorpresa. Varios cambios, algunos esperados, que dejaron a más de uno boquiabierto. El primero bajo palos. Alfonso era suplente por primera vez en lo que va de temporada. Champagne debutaba en LaLiga, después de haber jugado, precisamente ante el Mallorca, la eliminatoria de Copa. En el carril diestro, Yoel sustituía a Johannesson, mientras que en la parte de arriba, los carbayones salían con dos puntas. Otra de las novedades fue la suplencia de Christian Fernández.
- El que no sentencia… La primera parte dejó una de las mejores imágenes del Oviedo en lo que va de temporada. Un equipo que apretó arriba, jugó con criterio, quiso ser protagonista y apretó a la perfección. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, los azules fueron muy superiores al cuadro balear. Una situación que no favoreció a que el encuentro estuviese sentenciado en el primer acto. En la segunda parte, los de Anquela dieron un pasito atrás y el Mallorca lo aprovechó. En una acción aislada, los baleares lograban empatar y no marcharse de vacío.
- Ibra se gana al Tartiere. El punta carbayón volvió a levantar a su afición. Otro partido memorable. Otro encuentro de ese ‘9‘ que gusta. Fuerte, peleando cada balón, dejándose el alma y, sobre todo, marcando. Porque el delantero volvió a marcar. Su segundo tanto con la camiseta oviedista. Un gol que ya le hace ser uno de los indiscutibles para la afición y para Anquela, o eso parece. El atacante deja a entrever que conforme pasan los partidos, cada vez se va haciendo más a su equipo. Sus aportaciones van a más.
- La parte de atrás, un quebradero de cabeza. Sobre todo en la segunda mitad. El Oviedo volvió a ser un equipo irregular en defensa. Tras una primera parte en la que los azules apenas concedieron, el segundo acto estuvo marcado por constantes errores en la parte de atrás. Las acciones a balón parado volvieron a llevar el mayor de los peligros a la meta de Champagne. Los baleares remataban libres de marca y encontraron muchas facilidades a la hora de atacar. Al final lograron empatar, pero puedieron llevarse el choque.
- El Tartiere, con Symmachiarii. La semana venía marcada por lo sucedido respecto a este tema. Symmachiarii y el Fondo Norte ya habían anunciado que entrarían al campo el minuto 14, y así lo hicieron. Pero no solo ellos, también muchos aficionados que no se ubican en esa zona normalmente. Los que sí habían entrado al inicio del choque recibieron a los integrantes del fondo de animación con una sonora oación. Postura muy clara de todo el oviedismo. La lucha continúa, pero todos quieren un Tartiere con Symmachiarii.
Revolución insuficiente
- Los destacados de la Copa, a la Liga: Baraja afirmó en sus ruedas de prensa del jueves y el viernes que los que lo habían hecho bien frente al Eibar en copa jugarían en la liga. El técnico no faltó a su palabra y gente que destacó frente a los vascos como Pablo Pérez, Hernán, Djurdjevic o Cristian Salvador fueron titulares en Almería. El equipo comenzó muy bien; con el serbio y el canterano fabricando el 0-1 que ponía por delante al Sporting. El gol puso el partido donde quería el Sporting que veía como el partido avanzaba sin sobresaltos hasta la acción del penalti en un error defensivo. Aunque discutible, es una pena máxima señalable.
- Inseguridad defensiva: Si algo hasta la fecha funcionaba bien en el Sporting era su línea defensiva. Ayer, en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo hizo aguas por casi todos sus lados. Molinero despachó, de largo, su peor partido como rojiblanco. Algo similar ocurrió con la pareja de centrales que no aportó la seguridad anteriores jornadas. Eso se vio especialmente en balones frontales, donde han acostumbrado a ser un muro infranqueable. Ayer fue un auténtico suplicio y la mejor arma que encontró el cuadro indálico para crear peligro. Solo Geraldes con aciertos notables y algún error aprueba en la defensa rojiblanca este pasado domingo. Si al Sporting ya le empieza a fallar su defensa, sus problemas crecen de forma exponencial.
- Ais Reig, triste protagonista: El Sporting fue de menos a más en tierras almerienses. Era dominado por el Almería que adolecía de profundidad, con un Sporting que, aunque cada vez menos con el paso de los minutos, mostraba peligro en las contras. Con un arbitraje casero y sibilino, el alicantino Ais Reig empezó a hacer notar su participación en el segundo acto. Su culmen llegó primero anulando un gol -que además era golazo- legal de Cristian Salvador y un minuto después perdonando una clara segunda amarilla a Owona. Todo ello justo antes de que el Almería lograse ponerse por delante. Dos decisiones puntuales que, unidas al discutible penalti del primer tiempo, cambiaron totalmente un partido que pudo ser muy diferente.
- A seis del play-off y con un calendario de miedo: La derrota en Almería y el resto de resultados de la jornada deja al cuadro gijonés a seis puntos del play-off. El año pasado Paco Herrera fue destituido estando a cinco puntos del play-off en la decimoctava jornada. Además la situación no pinta bien si se mira al calendario. Le llegan al cuadro rojiblanco el Málaga, el Real Oviedo y el Granada. O lo que es lo mismo, los dos primeros clasificados y entre medias el derbi en el Tartiere. Todo esto con un Rubén Baraja más cuestionado que nunca y casi al borde de la destitución.