Marcelino García Toral en la rueda de prensa tras el partido de ayer alabó el juego, la motivación y la implicación de Santi Mina. Sus palabras resonaron como una advertencia a sus otros dos delanteros, en especial para Batshuayi. El belga, uno de los delanteros estrella del proyecto 18/19 no acaba de cuajar. «Santi juega para el equipo y no para él, y mientras siga así con ese trabajo intentaremos ser justos con él». Estas fueron las palabras literales del técnico asturiano y en ellas su mensaje al ex del Chelsea. Un jugador con unas condiciones brutales pero que en ocasiones peca de individualismo y de hacer la guerra por su cuenta.
Premio a la efectividad
La entrada de Mina, su alta efectividad y su trabajo constante son aire fresco para un equipo bloqueado. Sus delanteros parecen reñidos con el gol y algunos con el trabajo colectivo. Es el caso de Michy Batshuayi, un futbolista que en ocasiones parece buscar más su lucimiento personal que el beneficio colectivo. Ese aire fresco gallego añade competencia a la delantera. Mina no es un dechado de virtudes técnicas. Sus controles no son lo mejor. Sus pases con frecuencia acaban en los pies del rival. Pero en el área es eficaz y en el trabajo es constante e incansable. Ese espíritu combativo, el hambre por triunfar y su frescura mental tras la lesión, han sido agua bendita para sus compañeros.
Toque de atención
Tres partidos y cuatro goles en una semana son una carta de presentación de su efectividad goles/minutos jugados, un aspecto en el que el ex-celtiña ya destacó la temporada anterior. Es el extremo opuesto al internacional a las órdenes de Roberto Martínez. Elegante, potente y con una técnica depurada. Sus carencias vienen más por el lado colectivo. Su escasa implicación defensiva en un equipo que necesita morder para correr y brillar, pueden lastrarle a la hora de disponer de minutos. La temporada es muy larga y Marcelino está repartiendo minutos entre todos. Ayer Batshuayi fue el único jugador en no salir a calentar a la banda de Mestalla. No se le vio ni en los rondos previos ni en el descanso. ¿Enfadado? Quizá. ¿Toque de atención? Seguro. Pronto es para que se desconecte del equipo pero el camino se lo ha enseñado Santi en el campo.
@VicentSarrion