La carrera astur | Pk.13: Carmona rescata al Sporting; el Oviedo naufraga en Riazor

Nuevo fin de semana de desilusiones para los equipos asturianos. Oviedo y Sporting volvieron a decepcionar, aunque los rojiblancos lograron sumar. Un doblete de Carmona, con tanto en la última jugada incluido, permitió a Baraja tomar un poco de aire. No mucho, eso sí. El técnico volverá a estar en el ojo del huracán en el derbi, donde se jugará el puesto. También Anquela, que vio como su equipo recibía un duro correctivo por parte del Depor. Un 4-0 que dejó muy enfadada a la parroquia azul. El derbi podría sentenciar a uno o, incluso, a los dos.

Chaparrón en Riazor

• El balón parado lo precipitó todo. Otro fin de semana. En otra acción a balón parado, el partido se desequilibró en contra del Oviedo. Con el encuentro apretado, con ocasiones para los azules y sin llegadas reseñables del Deportivo, el cuadro de Juan Antonio Anquela volvió a encajar tras un saque de esquina. Y ya van muchos goles de este modo. Un tanto, que, aunque luego llegaron más, lo precipitó todo. Porque eso obligó al Oviedo a abrirse, a arriesgar, a dejar espacios y, por contra, a conceder muchas ocasiones que acabaron transformándose en goles.
• Sin ideas. La falta de fútbol que se vio en el día de ayer preocupa, y mucho. El equipo volvió a ser plano en ataque. No había movimientos de ruptura, desmarques o futbolistas intentando desequilibrar con balón. Los llamados ‘pases de seguridad’ fueron la tónica vista durante todo el partido. Sin correr ningún riesgo, sin nadie que lograse dar ese pase que rompiese una línea y generase ocasiones de gol. Cuando no está Saúl…
• Los errores defensivos vuelven a condenar a los azules. Al margen del tanto tras una acción a balón parado, el Deportivo no necesitó mucho para hacer daño al Oviedo. En el segundo gol, en un buen momento de los asturianos sobre el césped, los gallegos se bastaron de un desplazamiento para llegar a la meta carbayona. Balón largo sobre la posición de Quique González,que gana a Forlín en la carrera y la cruza ante Champagne para hacer el segundo. En un ataque llevado a cabo con precisión y velocidad, Carlos Fernández se plantó delante del meta azul para convertir el tercero. El cuarto llegó tras un resbalón de Carlos Hernández que aprovechó Quique González.
• Anquela podría jugársela en el derbi. El técnico jienense tiene, o eso parece, un ‘examen final’ ante el Sporting. El preparador oviedista podría jugarse el puesto en el derbi del próximo sábado en el Carlos Tartiere. Los resultados no acompañan, y muchos de los aficionados empiezan a cuestionar el juego del equipo. Creen que la plantilla carbayona tiene más calidad de la que se muestra sobre el césped. Anquela está en foco de todas las críticas, y el derbi podría ser la oportunidad perfecta para revertir la situación. De no ser así, su puesto podría peligrar.

La misma historia

• Inocuos frente a un Málaga con nueve bajas: El Sporting de Rubén Baraja tenía ante sí la oportunidad perfecta para sacar la cabeza. Rival de la zona alta, mermado por las bajas y en medio de un clima que, esta vez, en la grada fue de apoyo a jugadores, críticas al palco y al banquillo. Pero hoy tampoco fue el día. Tras una primera parte igualada sin apenas nada destacable, llegó una segunda en la que el Sporting, ciertamente, estuvo mejor al inicio. Pero absolutamente inoperante e inocuo en ataque. No hizo apenas sufrir al Málaga en defensa que sabía que, a la mínima ocasión que tuviera, o al mínimo error gijonés, se llevaría los tres puntos.
• Carmona le da una semana más a Baraja; No se los llevó porque Carlos Carmona lo evitó. Con un penalti más que dudoso que transformó y con su segundo gol en el 94′. Probablemente sea éste un gol que le da a Baraja, contra el criterio de absolutamente todo el mundo salvo Miguel Torrecilla, una semana más en el cargo. Pero eso sí, ni el salmantino podrá salvar al vallisoletano de su cargo si cae el sábado en el Carlos Tartiere. Volviendo al balear, volvió a demostrar que gol no le falta, pero en términos generales volvió a despachar un partido malo. Su incidencia en el juego más allá de los goles, que, ciertamente no es poco, fue casi nula. Logra goles que suponen puntos, pero se espera mucho más de él.
• Las excusas ya no valen: Las excusas hace tiempo que no valen, pero el vallisoletano sigue recurriendo a ellas para salvar su puesto de trabajo. Cierto que en Almería el Sporting fue, con las imágenes en la mano, muy perjudicado por el arbitraje. Esta jornada frente al Málaga hubo de nuevo un arbitraje ciertamente poco ecuánime con ambos conjuntos. Pero su incidencia esta vez en el resultado fue mínima comparada con Almería. Baraja volvió a recordar y repetir en su cansina, repetitiva y cínica rueda de prensa la «mala suerte arbitral» que padecen. De la falta de juego del equipo, que es su responsabilidad, cero palabras. De diseñar durante la semana un sistema con bandas abiertas y el día del partido salir sin extremos, que es su responsabilidad, cero palabras. Solo excusas y palabras vacías.
• Llega el derbi: Es una obviedad que el Sporting llega al derbi en su peor momento de la temporada. En una racha de seis encuentros sin ganar en liga y con un equipo, que si bien frente al Málaga sacó orgullo para arañar un punto, está desquiciado. Una racha negativa en la que el equipo se ha descompuesto por todos lados. Con gravísimos problemas no para hacer gol, sino para generar ocasiones de peligro. Con una defensa que jornada tras jornada va a peor tras ser muy fiable al inicio de la temporada. Y con un entrenador que revoluciona semana tras semana el once en busca de un milagro por puro azar. Por sensaciones, es imposible llegar en peor situación a un derbi que como llega el cuadro rojiblanco.