ANÁLISIS | El derbi de Anquela y Baraja
Los dos entrenadores podrían jugarse su puesto en el encuentro del Carlos Tartiere. Además, muchos sostienen que el empate podría perjudicar a los dos
Este sábado, a eso de las 20:45 horas, Asturias se parará. Los ojos de todos estarán puestos en el Carlos Tartiere. Allí, Oviedo y Sporting se enfrentarán en el primer derbi de la temporada. Un partido que ya se ha empezado a jugar. El encuentro que todos quieren jugar, que nadie se quiere perder. Y un choque, que para sorpresa de muchos, podría sentenciar a uno de los dos entrenadores o, quien sabe, a los dos. Porque los dos grandes del Principado no atraviesan un buen momento de forma. Las expectativas generadas al principio de la temporada no se han visto satisfechas. Y claro, todos los ojos apuntan al banquillo. Nadie sabe si justa o injustamente. El caso es que tanto Anquela como Baraja se la juegan.
Anquela y su peor momento en Oviedo
Desde que aterrizó en Oviedo en el verano de 2017, Juan Antonio Anquela no había pasado por ninguna situación similar a la actual. A su equipo no acaban de salirle las cosas. El juego no es bueno, le cuesta defender el balón parado y no es ese equipo que tanta facilidad tenía para hacer gol. Porque no hace mucho, en el cuadro carbayón, lo poco que se llegaba se convertía. Y, además, se sabía jugar con esos marcadores favorables y el tiempo del partido. Este año, todo eso ha desaparecido. Al Oviedo le cuesta cerrar los partidos y no es capaz de transmitir esa estabilidad defensiva que tan buenos resultados dio la pasada campaña.
Su renovación llenó de alegría y entusiasmo a todo el oviedismo. Y tras ella llegaron varios y buenos fichajes. Todo parecía ir a la perfección. En pretemporada, el equipo dejó buenas sensaciones en cuanto a juego, pero también dio a ver que iba a sufrir en la parte de atrás. El encuentro ante el Extremadura, primero de la temporada oficial, dejó un gran primer tiempo, en cuanto a juego, y una discreta segunda mitad. Córdoba y Cádiz ratificaron las buenas sensaciones que desprendían los azules. Pero a partir de la derrota ante el Zaragoza (0-4), el equipo ha alternado buenos y malos encuentros. No encuentra la regularidad y encaja goles, sobre todo a balón parado, que han hecho perder muchos puntos.
La situación ha precipitado que muchos aficionados pidan ya el cese de Anquela como entrenador del Oviedo. No son todos, pero cada vez se hacen notar más. No entienden que el equipo no tenga un patrón claro de juego. Tampoco comprenden que el cuadro carbayón no sea capaz de mostrar una aceptable regularidad en el césped. El equipo es duodécimo, a cinco puntos del playoff y tres por encima del descenso. Por ello, el derbi podría ser decisivo para Anquela. Si el Oviedo pierde, el jienense podría tener las horas contadas.
Baraja y su enésima bola de partido
En el banquillo sportinguista, la vida no se ve mucho mejor. Rubén Baraja está más cuestionado que nunca por la afición rojiblanca. Pese a ello, según varias informaciones publicadas en los diarios del Principado, el club asegura que dirigirá al equipo en el Carlos Tartiere. Parece que, una vez más, un gol de su equipo en el último suspiro le ha salvado. En esta ocasión ha sido Carmona, cuando ya nadie creía, cuando pocos se imaginaban que se podría sacar algo ante uno de los grandes de la categoría. Por tanto, en Oviedo, nueva bola de partido para el técnico.
Desde su llegada a Gijón hace casi un año, Baraja se ha caracterizado por ser un entrenador metódico, trabajador y paciente. Siempre al servicio del club, intentando mejorar y dando la cara cuando las cosas no iban bien, quitando esa presión a los jugadores. Pese a ello, su idea de fútbol no acaba de encajar en el vestuario. Ese 4-4-2 no termina de convencer a los futbolistas y, por ende, a la afición, que ya ha expresado en varias ocasiones su disconformidad con alguna de sus decisiones.
Por tanto, el partido del Carlos Tartiere será definitivo para él. Una victoria lograría tranquilizar los nervios de los aficionados. Eso sí, algunos no solo piden eso, sino que también un cambio de imagen, ya que muchas de las críticas se centran su propuesta de fútbol, muy conservadora. Hasta el momento, Baraja contaba con el respaldo del director deportivo del club, Miguel Torrecilla, aunque su crédito parece haberse acabado. Los rojiblancos son decimocuartos, a seis del playoff y a dos del descenso. El derbi , por tanto, podría sentenciar al vallisoletano.
La ‘X’ valdría de poco
Con la victoria o la derrota en mente, muchos se preguntan, ‘¿Y el empate?’. Todo hace indicar a que el reparto de puntos podría servir de bien poco a los dos. La situación en la tabla de ambos conjuntos dejaría muy tocados los dos banquillos en caso de producirse un empate. Por tanto, todo hace indicar a que el empate apenas cambiaría la situación de los dos entrenadores. En definitiva, a Juan Antonio Anquela y Rubén Baraja solo les vale ganar.