El villalbino de 21 años, Regui, se ha ganado a pulso un hueco en la primera plantilla del Real Madrid. El camino ha sido largo y lleno de adversidades, pero es uno de los veinticinco privilegiados jugadores, que viste diariamente los colores blancos y que entrena con futbolistas talentosos del planeta fútbol en Valdebebas.
Llegó a la casa blanca con tan solo ocho años, y ha pasado por todas las categorías del club. Es un ejemplo claro de superación y ambición. Su recorrido ha sido impecable y ha destacado por ser polivalente en el campo, además de su compromiso. Estuvo cedido dos años en el Logroñés, club en el que demostró su valía ante el Sevilla en Copa del Rey. Llegó a jugar en la demarcación de extremo izquierdo, cosechando 8 goles en su segunda campaña (4 goles en la victoria por 5-3 ante el Bilbao Athletic).
Ha jugado bajo las ordenes de los tres últimos entrenadores del conjunto blanco, Zidane, Lopetegui y Solari. Con el argentino se convirtió en uno de los capitanes del Castilla y debido a las lesiones y bajas ocupó distintas demarcaciones dentro de la defensa.
El pasado mes de junio, el propio club anunció en sus redes sociales, que ampliaba el contrato de Sergio, siendo uno de los elegidos por Julen Lopetegui para realizar la gira de pretemporada. Pues con su edad, la entidad consideraba que sería un miembro de la primera plantilla o de otro equipo de Primera. En dichos amistosos, y con Marcelo de vacaciones tras el Mundial, debutó ante el Manchester United el 1 de agosto dejando sensaciones positivas. Sería titular ante la Juventus y Roma, ganando ambos.
Tras una gran pretemporada, Theo y Coentrao, jugadores que estaban en el club y que podían ser rivales para el puesto de lateral izquierdo, hicieron las maletas y salieron. Lopetegui había decidido contar con el español para la presente temporada.
El inicio no ha sido nada fácil, tras perder la Supercopa de Europa (2-4, ante el Atlético) no gozó de minutos ni convocatorias regulares a lo largo de septiembre, y su debut se produjo el 2 de octubre en Copa de Europa ante el CSKA. El equipo de Lopetegui perdió 1-0, pero el madrileño mostró su calidad y sorprendió con su velocidad. Pero no disputó ningún minuto más hasta el cese de Julen tras la contundente derrota por 5-1 ante el Barcelona.
Tras la llegada de Solari, ha estado sobre el césped en todos los partidos, si no fuera porque en la pasada jornada ante el Celta se retirará lesionado poco antes de la finalización del primer tiempo. El balance de su participación ha sido gratificante y ha dejado claro que está preparado para el reto del Madrid, que no le tiembla el esférico en los pies, su compromiso para jugar inflitrado (tenía problemas estomacales ante el Pilzen y decidió no borrarse) y que es un recambio natural y de garantías de Marcelo.
Apenas lleva tres meses como miembro de este club tan importante, pero con mucho trabajo y disciplina ha conseguido junto a sus compañeros, animar a una afición que se encontraba desolada tras una mala racha de partidos. Poco a poco se está ganando el cariño de los aficionados, que lo ven como una promesa que es candidata a ocupar el carril zurdo en la próxima década. Y que desde la humildad, el respeto y la perseverancia se encuentra defendiendo los colores merengues cuando tiene la oportunidad de hacerlo.