Justamente cuando se cerraba el primer tercio del campeonato liguero, el San Fernando CD sufría su primera derrota del curso en el Iberoamericano y la segunda en los trece partidos disputados hasta la fecha.
Derrota dura pero a su vez, también dulce. Dura porque el conjunto azulino se había acostumbrado a sumar todas las semanas y ese frenazo en seco cuesta digerirlo. Dulce porque el equipo azulino cayó como caen los grandes, peleando hasta el final, con opciones de revertir la situación hasta el último segundo y con la cabeza arriba y el orgullo en alto por no darse jamás por vencido.
Con ella se acababa la segunda mejor racha sin perder en la Segunda División ‘B’ del conjunto azulino. La mejor aún data de la temporada 2000/2001 cuando desde el 3 de Diciembre de ese año 2000 que se empató en Algeciras hasta el 4 de Marzo de 2001 que se cayó, ¡cómo no! en el Álvarez Claro melillense 2-1 se acumularon hasta once jornadas consecutivas sin perder. En ese record de once partidos consecutivos se da la curiosa circunstancia que los azulinos estuvieron dirigidos hasta por tres entrenadores distintos, Nene Montero, Faly Castañeda y Chico Linares. Cosas que pasaban en el San Fernando CD.
Pero todo eso es pasado e historia. Y el presente dice que el equipo representativo de la Isla de León hace mucho que no ha estado en mejores manos tanto institucional como deportivamente. Eso lo sabe esa afición que el pasado domingo a pesar de la derrota ante la Balompédica Linense despidió a los suyos con una ovación de las que valen su peso en oro, una ovación tras consumar una derrota como premio por la entrega y el derroche llevado a cabo independientemente del resultado cosechado.
Esa fiel afición que no abandona nunca a su equipo. Que pasa de modas de fútbol televisado y de desplazarse a otras ciudades a animar a otro club que no es el suyo propio. Que lo quiere es sentimiento, palpar el fútbol de cerca y sentirse identificado con los colores que han imperado toda la vida en su ciudad, esos que han defendido sus anteriores generaciones. Esa afición, hoy se siente más que nunca orgullosa del equipo que pasea el nombre de San Fernando por medio país.
Orgullo de equipo, orgullo de afición.