La eclosión de Samu Chukwueze
El joven jugador del Villarreal CF está haciendo una sorprendente campaña en la que es su primera temporada como profesional. Procedente del filial "groguet", el nigeriano va cogiendo peso a pasos agigantados en un club que lucha por clasificarse para competiciones europeas.
La temporada 18/19 en España está siendo una de las más sorprendentes (por no decir la que más) de los últimos años. Los grandes clubes sufren y los pequeños sorprenden a propios y extraños con un gran juego y resultados. Entre los grandes, el Villarreal CF puede que sea el que más sufre esta liga con tantas alternativas. El «submarino amarillo» está realizando una temporada tan parecida a la de su descenso en el 2012 que invita a pensar en el macabro destino de la segunda división. Falta evidente de juego, de rendimiento, de tensión… y una plantilla ilusionante que no rendían al nivel esperado.
El Villarreal de este año cuenta con jugadores alabados a nivel internacional como Fornals, Cazorla o Funes Mori. Pero entre todos estos, destaca un único jugador, y por méritos propios: Samu Chukwueze. Procedente del filial amarillo, el joven jugador nigeriano está siendo la pieza clave que le faltaba a Calleja en su rompecabezas. Partiendo de banda izquierda, de la derecha, de segunda punta… su polivalencia le hacen especial y decisivo para el técnico amarillo.
La pieza que faltaba
Cierto es que la situación del «submarino» no era nada buena. Que si los atacantes amarillos hubiesen estado en forma, pocas probabilidades habría de que un jugador del B contara con tantas oportunidades. Pero la arriesgada decisión de darle protagonismo por delante de Toko Ekambi o Sansone (jugadores consolidados) ha dado sus frutos: 3 goles en 4 titularidades. Analicemos su tremendo impacto:
Desde su debut frente al Almería se veía que algo diferente tenía del resto. Su capacidad de desbordar a una defensa estática, su calidad para conducir contras y su acierto en la toma de decisiones es una constante en cada partido que ha realizado. Partido a partido ha ido cogiendo peso a través de reiteradas titularidades en punta de ataque. Con 19 años es capaz de asumir la enorme responsabilidad de crear casi todo (por no decir todo) el peligro de un club nivel Europa. No le pesa la competición, la situación del equipo o su rol en la plantilla. Pide la pelota y encara. Desborda. Crea ocasiones de gol y culmina el aceptable juego de los centro campistas «groguets». Y, además, marca goles.
Su progresión aumenta día a día y ya es llamado por la absoluta nigeriana. Con 19 años es capaz de eclipsar las actuaciones de sus compañeros consolidados en el futbol profesional. El joven canterano ha aprovechado sus oportunidades (lesión de Bacca, ostracismo de Sansone, pobre rendimiento de Moreno y Ekambi). Es el soplo de aire fresco que necesitaba un equipo lastrado por un juego espeso que producía pocas ocasiones de gol. Es el extremo que le faltaba al equipo.
Samuel Chukwueze. Recuerden su nombre.