Acabada la temporada 2018 de Fórmula 1, ahora es momento perfecto para realizar un balance completo del desempeño de Ferrari. Ha sido un año en el que los autos rojos han estado más competitivos en los 4 años de la era híbrida, pero aun así ningún título fue cosechado gracias a letales errores.
A pesar de la calidad mostrada por el modelo SF71H conducida por Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen que derivó en 6 triunfos, no fue suficiente para batir a Mercedes AMG y al actual 5 veces campeón Lewis Hamilton. En buena parte por las erradas decisiones de todos los integrantes del equipo italiano.
Al inicio del curso con las 2 victorias de Vettel (Australia y Bahréin) se pensaba que, tanto el alemán cuádruple campeón y la escudería del cavalino rampante, darían gran lucha por el ansiado título que se les ha resistido por más de una década. Cuatro triunfos en las primeros 10 Grandes Premios, y uno de ellos en Silverstone, territorio Mercedes, lucían como un gran augurio para la segunda mitad de temporada. Hasta que pasó el cambio de rumbo.
El punto de quiebre
En el GP de Alemania, Vettel lideraba con ventaja cómoda y Hamilton remontaba partiendo en la zona de atrás de la parrilla. Cayó una pequeña llovizna pero suficiente para que el piloto de Ferrari cometiera un error en la zona del estadio y se estrellara contra las protecciones. El inglés de Mercedes acabaría ganando.
A partir de ahí todo se sentiría muy cuesta arriba para la escudería de Maranello. La victoria de Vettel en Spa suponía que todo se recompondría. Pero fue un espejismo debido al fatal error del alemán de rojo en Monza, durante la primera vuelta por su leve toque y trompo con Hamilton.
Lo demás fue historia conocida y repetida. El inglés de Mercedes entró en estado de gracia y Vettel no pudo igualarlo. Error estratégico de Ferrari en Singapur. Se repetiría en el GP de Japón durante la sesión de clasificación y otro error de conducción por parte del alemán durante la carrera que solo le permitió terminar sexto.
Final protocolar de Ferrari
Vettel tuvo error doble en el fin de semana del GP de Estados Unidos celebrado en Austin. En las prácticas del viernes el germano excedió los límites de velocidad durante una bandera roja que provocó el castigo de 5 posiciones para la carrera. Y en la primera vuelta del domingo se tocó ligeramente con el Red Bull de Daniel Ricciardo que condenó a solo ser cuarto. Igualmente Ferrari obtendría el triunfo gracias a Kimi Raikkonen.
En México, Vettel finalizó segundo y Raikkonen tercero, pero eso no impidió que Hamilton se proclamara campeón de nuevo en tierra azteca. El daño ya estaba hecho. En Brasil, Ferrari perdería oficialmente el campeonato de constructores contra Mercedes por el sexto lugar y tercero de Vettel y Raikkonen respectivamente. Y en Abu Dhabi solo se logró un segundo por parte del alemán mientras que el finlandés en su última carrera con el cavalino rampante abandonó en las primeras vueltas.
Aspectos para reflexionar
El balance da que fue un año más agrio que dulce para Ferrari, a pesar de ser el auto más rápido durante segmentos de la temporada. Pero la errónea gestión en momentos claves y malos movimientos en el pilotaje impidieron la lucha por la ansiada gloria. Se debe hacer una profunda reflexión por parte de la escuadra de Maranello de cara la siguiente temporada para que esto no se vuelva a repetir. Poner en grande el nombre del cavalino rampante, no errante.
Ahora Sebastian Vettel tendrá que estar mil veces concentrado ya que su nuevo compañero será el joven monegasco Charles Leclerc, un piloto que ha demostrado que quiere solo gloria. Ferrari logró cosechar un total de 571 puntos en este 2018.
Twitter: @J_A_Labarca y @Motor_G3.