Un peleón Alavés no pudo con la puntería del Girona
El Girona logra el pase a octavos de final en un partido del que el Alavés mereció sacar algo más.
Llegaban Girona y Alavés a este encuentro de copa cargados de moral por la buena tónica que están mostrando en liga. Llegan tras empatar a Atlético de Madrid y Sevilla, respectivamente y cargados de motivación por la posición que ocupan en la clasificación. Los vascos llegan 4º mientras que los catalanes se sitúan en la 8ª posición.
Pero la Copa es otra historia, y es que la competición levanta una gran ilusión en los equipos de menor nivel, pero a la vez ven importante rotar y dar oportunidades a los menos habituales. Se podría pensar que en el día de hoy veríamos a los habituales por la falta de necesidad de puntos en liga pero no fue así.
Así pues, comenzó el partido con ambos equipos plagados de cambios respecto al fin de semana. Nos habían brindado un gran partido de ida que terminó con 2-2, resultado que brindaba una ligera ventaja al Girona, que consiguió empatar la contienda en el 95’.
El Alavés entró mejor al partido, triangulando con criterio y generando peligro con una presión alta que obligó al Girona a sacar el balón mediante pelotazos largos. Aún así el partido comenzó muy igualado y pronto se rompió, y es que ya desde el minuto 20 el partido fue un ida y vuelta, lo que permitió a Borja Bastón tener una gran ocasión que sacó el joven Valery bajo palos. Por su parte los locales también tuvieron más de una buena ocasión como una falta lateral botada por Granell que obligó a Sivera a esforzarse al máximo u otra de Doumbia que sorteó la salida de Sivera en un mano a mano pero su control se fue muy largo, dejándole sin posibilidad de remate.
Cabe destacar la actuación en la primera media hora de encuentro de Valery, el Girona acababa de renovarle y el joven jugador quería responder a las expectativas y dar las gracias al club cuajando un gran partido, algo que sin duda hizo. No solo salvo un gol a Borja Bastón, si no que además demostró su buen estado de forma corriendo por todo el campo, aportando tanto en ataque como en defensa.
Por parte del Glorioso, el hombre más destacado de la primera parte fue Burgui, quien encaró con osadía a la defensa local y casi logra poner por delante a su equipo en dos jugadas consecutivas al filo del descanso, en la primera una magistral mano de Gorka Iraizoz envió el balón a córner para evitar que se colara pegado al poste. Se sacó dicho córner y el mismo Burgui estrelló el balón contra el palo tras recoger un rechace en la frontal.
Pitó Mateu Lahoz el descanso y el estadio de Montilivi suspiró agradeciendo los 15 minutos de pausa reglamentarios. Muchas cosas debían de cambiar si querían evitar que los blanquiazules dieran la vuelta a la eliminatoria.
Tras el descanso el guión fue muy similar al de la primera parte, con un Alavés mejor plantado en el campo y un Girona que se defendía como podía y cuyas acciones de peligro llegaban mediante balones parados.
Y al fin, el Alavés recogió los frutos de su insistencia. El gol llegó tras un balón filtrado a Borja Bastón, quién realizó una buena vaselina que pudo rozar Iraizoz pero no lo suficiente como para desviar el balón, que terminó de introducirse en la portería por culpa de un mal despeje de Alcalá.
Estaba el Alavés en octavos de final pero un solo gol del Girona lo cambiaría todo. Lo jugadores del conjunto rojiblanco eran conscientes, su reacción no tardó en llegar, y en la siguiente acción ofensiva Granell convirtió un libre directo en el gol del empate, no sin tocar antes en la pierna de Calleri, lo que cambió la trayectoria del esférico. Con este gol el Alavés estaba fuera de la copa y en vez de buscar el gol con calma, les pudo la ansiedad a los jugadores lo que provocó que apenas 5 minutos después Portu conectara una gran volea que se iba a colar a la derecha de Sivera.
El Alavés estaba sumido por las prisas lo que dejaba muchos espacios atrás, algo que permitió al Girona generar varias contras con las que podría haber ampliado la ventaja en el marcador, dos de ellas para el recién incorporado Roberts, que en la segunda acción que tuvo se lesionó cuando iba a encarar a Sivera en un mano a mano.
Durante los últimos compases del encuentro la igualdad fue la tónico dominante y vivimos un bonito intercambio de ataques entre ambos equipos, que podría bien haber acabado con el empate del Alavés y la posterior prórroga o bien haber acabado con la sentencia del Girona pero el balón no volvió a entrar en ninguna portería de Montilivi.
La ilusión del Girona en copa continúa mientras que el Alavés intentará que la eliminación de esté torneo no transcienda a su buen momento en liga.